La investigación arrojó datos bien interesantes que dan cuenta de los verdaderos beneficiarios de la política económica del chavismo desde el punto de vista de clase. Contrario de lo que muchos creen, tanto opositores como oficialistas. Nos encontramos entonces con que Banesco, en el mes de junio de 2016 ocupó el primer lugar de los bancos privados con más ganancias, según la web especializada en finanzas www.bancaynegocios.com, como se desprende del siguiente cuadro.
Comparando la banca pública con la privada, Banesco ocupó, en el mismo mes de junio de 2016, el segundo lugar de entidades financieras con más ganancias del país, como se evidencia a continuación:
En el mes de noviembre del presente año, Banesco ocupó el primer lugar del ranking bancario. Obtuvo ganancias de 8.911.793 bolívares, por encima del Banco de Venezuela, que ocupó el segundo lugar, al obtener ganancias, ese mismo mes, de 6.650.375 bolívares. Revisando con detenimiento el ranking bancario que publica la firma Aristimuño, Herrera y Asociados, y comparando las ganancias de Banesco de noviembre de 2015 con las obtenidas en noviembre de 2016, encontramos que esta entidad financiera las incrementó en 22.100.614 bolívares, al pasar de 18.935.230 en el 2015 a 41.035.844 bolívares en el año 2016. Esto es un incremento del 216,71 % en apenas un año. Vean la siguiente tabla:
Se evidencia que Banesco sigue obteniendo un lugar privilegiado en el ranking bancario venezolano. Lo cual significa que esta entidad le ha ido muy bien durante estos años de chavismo, pues ha desplazado a entidades financieras con mucho más tiempo en el país y que en 2010 ocupó el primer lugar de bancos con más ganancias. Nos referimos al BBVA Banco Provincial (ver). Esta misma entidad financiera fue la que financió la campaña de Hugo Chávez en 1998.
Estos datos que estamos citando y que cualquier lector puede verificar en internet, nos dicen que la clase social que ha obtenido mayores beneficiarios de la política económica del chavismo es la Oligarquía Financiera, que ha incrementado sus ganancias como ningún sector social en Venezuela. Así lo afirma incluso el economista César Aristimuño: “El sector financiero es el que, por lejos, más ha crecido en Venezuela en los últimos años. En 2012, las instituciones financieras y seguros crecieron 33,5% frente a un PIB que ascendió 5,6%. En 2013, mientras el PIB se expandió apenas 1,3% el sector financiero creció 21,6%. Entre enero y septiembre del 2014, mientras el Producto Interno Bruto cayó 2,3%, el rubro “Instituciones financieras y Seguros” creció 13,2% con relación al mismo período de 2013” (ver).
¿Puede algún otro sector social presentar estas mismas cifras? Pues no. Mientras que la oligarquía financiera obtiene las ganancias como las referidas y tiene un crecimiento como el citado, los trabajadores de la administración pública aún siguen exigiendo el pago por concepto de aumento de salario mínimo decretado unilateralmente por la dictadura haces unos meses; las universidades siguen exigiendo, como lo ha hecho desde 1958, presupuesto justo; los obreros de Sidor permanentemente deben movilizarse por sus reivindicaciones laborales y por la firma de contratos colectivos; a los docentes del Ministerio de Educación le quitan reivindicaciones establecidas en la contratación colectiva, vendida por el Gobierno dictatorial de Maduro con bombos y platillos.
Mientras los trabajadores, quienes crean la riqueza nacional con el sudor de su frente, deben hacer largas colas para ver si pueden adquirir algo de comida con un salario que se lo traga el constante incremento de precios, deben comprar inyectadoras (que no se encuentran y si se encuentran salen muy caras) para que le pongan una medicina en un hospital público, mientras nuestros niños y jóvenes en los barrios desertan del sistema educativo para incorporarse al “bachaquerismo” y así poder contribuir al mantenimiento de sus familias, mientras Venezuela toda se empobrece, el sector bancario obtuvo en el último año ganancias de 96.775.731, es decir, un incremento de 178,74%. (ver cuadro anterior).
Desde 1998 hemos venido diciendo que este régimen es una estafa, que no es socialista, ni revolucionario y mucho menos comunista. Que asistimos a una burda manipulación, una operación política orquestada para engañar a un pueblo que anhela un cambio real y profundo y no un “quítate tú pa´ ponerme yo”, como lo hemos estado viendo en los últimos meses en Venezuela. Hay que ver los hechos y las cifras reales, no el discurso ni la “fraseología” engañosa de las mafias que gobiernan.
Recuerdo a un embajador estadounidense destacado en Venezuela por el entonces presidente Bill Clinton, quien decía, palabras más, palabras menos, lo siguiente: “no vean lo que dice el Gobierno de Venezuela. Vean lo que hace”. Lo decía en un contexto en el que las empresas petroleras gringas obtenían grandes y jugosas ganancias producto de las “empresas mixtas” en el área petrolera, un eufemismo para entregar nuestra industria petrolera a intereses extranjeros. Pues bien, los invito a analizar concienzudamente las acciones de la dictadura de Maduro, no lo discursos, porque “lo esencial es invisible a los ojos” y este régimen es, esencialmente hablando, un régimen “socialista de palabra, pero capitalista en los hechos", como diría Lenin.
René Cedillo
@ReneCedilloR
Dirigente Nacional de Bandera Roja