jueves, 7 de julio de 2016

Solo con una firme presión popular el cambio será este año

El Gobierno de Maduro persiste en su empeño de impedir la consulta popular para revocar este desastre en que han convertido a Venezuela. Usando el chantaje, la represión, la mentira, la amenaza y la violación abierta de las leyes y de la Constitución, quieren negar el derecho que tiene el pueblo de mandar al basurero de la historia a la más grande estafa cometida en su contra.

El pueblo venezolano no aguanta más tanta destrucción, tanta agresión, tanta hambre, tanta miseria, tanta pobreza, tanta inseguridad, tanta impunidad, todas ellas peores a si estuviéramos en una guerra sin cuartel. Salir lo más rápido posible del nefasto Gobierno de Maduro es imprescindible para comenzar a atender esta catástrofe social, económica y política. Se trata de una cuestión de supervivencia no sólo para la población mayoritaria que hoy sufre todas estas penurias, sino también para nuestra condición de república independiente y soberana, para la existencia de una verdadera democracia que estimule el protagonismo social, que aúpe la autonomía popular y que respete el poder de las bases de la sociedad.

Bandera Roja convoca a todos los ciudadanos de buena voluntad, más allá de ideologías e inclinaciones partidistas, a impulsar un gran movimiento asambleístico Nacional organizado (MANO) que se convierta en la fuerza fundamental para impulsar y apalancar el referendo revocatorio en 2016. Que a su vez sea la base de la reconstrucción nacional para plasmar en la realidad los deseos de que el cambio de Gobierno también sea un cambio de régimen que apuntale la producción nacional, que dignifique el trabajo, los salarios y los sueldos, que valore el estudio, la investigación y la laboriosidad, que promueva una nueva ética del esfuerzo y la probidad, en fin, que la construcción de una nueva democracia vaya aparejada con la prosperidad y el bienestar de las mayorías nacionales.

Ni siquiera los sectores vacilantes y conciliadores que anidan en la oposición podrán torcer la decisión y la fuerza de un pueblo decidido a cambiar. El único diálogo posible hoy es el que pueda ahorrarnos más sangre y más tragedia en nuestro afán para salir de Maduro. No caben aquí cálculos partidistas o individualistas para tomar una mejor tajada en las nuevas circunstancias. Hace falta una dirección política que tenga el aliento histórico y la fuerza moral para desmontar este régimen militarista y autoritario. El cambio tiene que ser civil y civilista.

El impulso de asambleas populares, asambleas de ciudadanos, asambleas obreras y estudiantiles, de maestros, profesores, médicos, ingenieros, pobladores, etcétera, es lo que puede permitir no sólo enfrentar exitosamente las barbaridades de este Gobierno decadente, sino también prepararnos en el conocimiento profundo de la grave crisis que nos sacude y elevar nuestra disposición a asumir los retos que nos exige la necesaria transformación de esta dramática realidad.

Entretanto, tenemos la obligación de canalizar positivamente la gigantesca pro-testa espontánea que nuestro pueblo hoy despliega valientemente contra el hambre y la inseguridad, por trabajo decente y salarios dignos, por salud y educación. Llamamos a los sindicatos, gremios, asociaciones y consejos comunales, federaciones estudiantiles y gremios profesionales, a aunar esfuerzos en la realización de una gran Marcha contra la Hambruna y por el Derecho a la Vida que detenga el paquete hambreador del Gobierno.

Pese a las constantes tretas y obstáculos del oficialismo, culminar los pasos para realizar el revocatorio en 2016 no será algo extraordinario si asumimos el cambio de gobierno con la amplitud y grandeza de una gesta de carácter histórico, sin sectarismos y sin mezquindades. Son sólo en unas cúpulas mafiosas donde debemos concentrar el fuego de la crítica.

¡Basta de hambre y represión!
¡Basta de Nicolás!
¡REVOCATORIO YA!


Por la dirección nacional de Bandera Roja
Gabriel Puerta Aponte / Secretario General
Carlos Hermoso / Secretario General Adjunto


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miércoles, 6 de julio de 2016

La UJR Monagas desde los barrios de Maturín: Es momento de organizarse y luchar junto al pueblo

Dirigentes de la UJR Monagas en
los barrios de Maturín
La crisis económica, política y social venezolana se agudiza minuto a minuto y las nefastas consecuencias que provoca tienden a profundizarse, hasta el punto de superar cualquier límite preestablecido y vernos en la necesidad de declararnos en emergencia y solicitar ayuda humanitaria de otras naciones, buscando atenuar la grave situación de hambruna e insalubridad que vive el pueblo venezolano. La necesidad pasó a ser la orden del día.


Así lo plantean Mauro Sabolla y Nabil Cañas Secretario General y Secretario General Adjunto de la Unión de Jóvenes Revolucionarios, juventud del Partido Bandera Roja, respectivamente, en compañía de los Miembros del Consejo Comunal y la Comunidad de Las Piñas de la Parroquia Boquerón. 


Denuncian la negligencia, la exclusión y el sectarismo en la distribución de las bolsas de comida por parte de quienes dirigen los llamados CLAP. “Los CLAP son usados como mecanismo de control y de abuso para favorecer en la venta de las bolsas de comida a quienes militan en el PSUV. Mientras el pueblo muere de hambre por culpa de un gobierno inepto, indolente y autoritario, estos señores juegan con las necesidades más sentidas de la gente. La mentiras y la hipocresía de este gobierno han quedado al descubierto, reprimen a la gente que protesta en las calles ante los gravísimos problemas que hoy vive el país" sostuvo el dirigente juvenil Mauro Sabolla”


“Estamos ante el descalabro más grande que ha vivido nuestra nación. La destrucción del aparato productivo a su máxima expresión, la corrupción y el derroche de la fortuna petrolera, la entrega de nuestra soberanía a potencias imperialistas, la insuficiencia de los centros de salud, la escasez y desaparición de productos de la canasta básica, la degradación de nuestras instituciones educativas, la hambruna desatada en todos los hogares venezolanos son consecuencias de la política gubernamental antipopular y antiobrera que nada tiene de revolucionaria y menos socialista. Todo esto ha provocado el descontento generalizado de las masas y sectores populares, en su mayoría aquellos que eran afectos al gobierno de turno. Este descontento se expresa cotidianamente con protestas sociales por comida que ha llevado a saqueos de establecimientos. Lo que hay es hambre en nuestro país y en nuestro estado", agregan los dirigentes.

Denuncian que la distribución de las bolsas de comida la hacen cada 2 meses en los sectores de Las Piñas, Palo Seco y zonas aledañas en vez cada 15 días, poniendo en "jaque" la alimentación de la población, especialmente la de los niños y ancianos. Exigen que quienes dirgen los CLAP dejen la mentira y cumplan con lo anunciado: distribuir la comida quincenalmente y con suficientes artículos;. Asimismo exigen que cese la represión contra el pueblo y la criminalización de la protesta.

Por último plantean que solo con la organización popular a través de las Asambleas Populares, autónomas, sin injerencia del gobierno ni de cúpulas partidistas, podrán constituirse un poder de base, un verdadero poder popular para impulsar los cambios que el pueblo anhela y enrumbarse hacia la reconstrucción nacional.