martes, 26 de agosto de 2014

Congreso Ciudadano rechaza censura y violaciones a la libertad de expresión en Venezuela


Durante asamblea los ciudadanos expresaron su solidaridad con la periodista Nitu Pérez Osuna, Radio Caracas Radio y todos aquellos que medios y comunicadores perseguidos por el régimen

(Caracas. 25/08/2014) - Este lunes se llevó a cabo una asamblea de ciudadanos a las puertas de la emisora Radio Caracas Radio (RCR) en solidaridad con la comunicadora social, Nitu Pérez Osuna, los periodistas censurados y las constantes acciones realizadas por el régimen en contra de la libertad de expresión. En la actividad que contó con la presencia de cientos de ciudadanos, estuvieron también presentes las periodistas Berenice Gómez, Herendida Gómez, Ecmiry Lugo, el director de RCR, Jaime Nestares, los dirigentes políticos, David Smolansky, Franco Casella, Antonio Ledezma y el líder estudiantil, Eusebio Costa. La Diputada María Corina Machado a través de una llamada telefónica expresó su solidaridad con los periodistas. El encuentro fue organizado por el Congreso Ciudadano por la Reconstrucción Nacional.

Durante la asamblea que fue transmitida por RCR 750 am los ciudadanos expresaron su rechazo a las acciones que ha venido ejecutando el régimen en los últimos 15 años en contra de los comunicadores sociales que difunden la verdad sobre la crisis social y política que enfrenta el país y en particular por la salida del aire del programa “Aquí entre tu y Yo” de la periodista Nitu Pérez Osuna .


Pérez Osuna señaló que con la decisión en su contra, no sólo callan su voz sino la de todos los venezolanos que disienten del régimen y creen en un país distinto donde se respete la libertad de expresión. En este sentido, la comunicadora expresó que “lo que he querido ser es la voz de todos los venezolanos para transmitirle al país y al mundo las súplicas de quienes sufrimos con la escasez, la inseguridad, la falta de medicamentos”.

La periodista aprovechó la oportunidad para pedir a todos los ciudadanos a seguir expresándose por cualquier vía y a no callarse nunca. “Sigan activos, en cada cola, quéjense y digan siempre lo que siente. Quéjense cada vez que les nieguen un derecho consagrado en la Constitución”, finalizó.

Por su parte, el director de Radio Caracas Radio (RCR), Jaime Nestares, aseguró que la emisora desde su nacimiento a tenido y tendrá una vocación de contar las cosas que otros no pueden contar y defender la democracia. Dijo que “el gobierno pretende con su hegemonía comunicacional echarnos cuentos que no son verdad. Desde aquí les decimos que seguiremos con el compromiso para que los venezolanos sigan expresando lo que otros no pueden expresar. Cuenten con todo nuestro compromiso y el de todo el equipo de RCR”, finalizó.

lunes, 25 de agosto de 2014

Libelo para los Insubordinados: Bandera Roja

La Médula del orden de todo régimen de dominación esta la superestructura jurídica que le es afin. Un arsenal de libritos, que por lo general en la época moderna se editan con nombres rubricados en pintura de color oro, le dan a los textos de Ley esa presentación elegante, que adorna las bibliotecas de los Magistrados. La majestuosidad de los recintos en donde despachan los Jueces de la República huele a limpio, todo brilla, todo esta milimétricamente ordenado. Una estatuilla de una dama ciega casi siempre adorna el escritorio. Es la imagen de la Justicia reinando en los templos de la Ley, en donde se premia a los obedientes y se condena los insubordinados. Es la jefatura toda la organización represiva del Estado. Allí no llega el hedor de los calabozos donde se pudren los parias. Allí no llegan los gritos de los torturados por los sádicos y esbirros contratados por el régimen para garantizar que continúe interminablemente la Paz. Esa paz que ha permitido sin mayores tormentos el saqueo de las riquezas nacionales y el reparto de populismo en los últimos 15 años de desventura republicana.

En la medida que avanza la degenaración humana que produce la explotación capitalista, con sus particularidades nefastas administradas por el régimen despótico que vivimos y sufrimos los venezolanos, se hacen insoportables las contradicciones en el seno del cuerpo social. Los que sufren la explotación y el atropello se alzan, se insubordinan, se rebelan. En el trajinar histórico de la dominación, desde antes, los explotados se organizan, se agrupan y asumen un símbolo, una insignia, una divisa que sintetiza una trayectoria, una postura en la historia para la historia, unas siglas cuyo significado no cabe ni en un individuo, ni en un discurso, ni en un solo libro ni en solo momento: es una épica silente que indefectiblemente, mientras exista un aliento humano de dignidad, trascenderá a sus propios mentores, a sus propios artífices, a sus propios cultores; también a sus detractores, y sobrevivirá al ostracismo cobarde de los regentes mediáticos, a la ofensa de los impostores; eso es @Bandera_Roja: Un símbolo de la rebeldía infinita y permanente del pueblo venezolano.

En las circunstancias lamentables que vive nuestro país, donde el cáncer de la corrupción ha invadido vorazmente todas las instancias y todos los resquicios de la estructura del Estado, en proporción justamente democrática, el Poder Judicial principalmente se destaca con sus más diligentes Magistrados en una tarea que parece accesoria a la misión general de la Justicia. Pero no, dada la bancarrota moral; se convierte en una cruzada de colosal importancia. La Ley, en un momento trágico como este, debe acudir con suma majestuosidad a proporcionar el más duro y cruel castigo a los desobedientes y a premiar a los mas ruinosos santos obedientes al régimen, que acuden ante los Tribunales de la República a denunciar los infractores: es el momento en que la justicia debe lucir su más consistente labor policíaca, para elaborar un libelo con una sentencia de castigo para los jóvenes rebeldes, alzados contra el gobierno, que se atreven incluso a desalojar a los maleantes de la Academia Universitaria; y otro libelo con una sentencia que premie a los agentes quinta columna que arrebatan unas siglas para medrar en los escenarios de la farándula proselitista y hacer rutina en los protocolos; terminando por su ignorancia y por su desidia como un adorno más en el amplísimo repertorio de las franquicias que hacen comparsa política al régimen.

Nada más oportuno que los impostores de cualquier laya para un montaje justiciero al estilo de los "realityshow" de moda en la televisión actual; si la víctima bañada en sollozos se abalanza sobre el Juez en el momento crucial del fallo, la escena se tornara conmovedora. Diosdado ya eligió a la Dirección de la "Bandera Roja" haciéndole favor a una camarilla que no estaba ni está en capacidad de afrontar la dura tarea de construir partido revolucionario en estos tiempos de cárcel y veto para los insubordinados. Una dirección que a su juicio se parece, aún sabiendo que no es. Todos los buenos policías del gobierno saben que los auténticos militantes de Bandera Roja, ni antes ni ahora,  corren a colaborar con la policía destruyendo la organización, facilitando su escarnio, confundiendo y engañado. Tal vez esta camarilla puede conducir a algunos improvisados por el sendero de la obediencia y el buen comportamiento frente al régimen; así lo anunció Diosdado en su programa y no sería una sorpresa que estos personajes fuesen protagonistas de una escena dramática en donde algún capo del régimen haga el honor de entregar en un capítulo televisivo las credenciales de Bandera Roja a ese grupo impostor; se habrá entonces realizado la justicia.

El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) puede designar por ordenes de Diosdado a un Presidente, un Postulante, un Jefe o un Comité Político para Bandera Roja u otro partido a su entera satisfacción. El asunto no estriba en la insignia, en el símbolo; la realidad histórica es más compleja, más exigente: Bandera Roja tiene una trayectoria, una historia, un significado con el cual es difícil traficar. Bandera Roja tiene una militancia y parte de esa militancia está sembrada en las páginas gloriosas de lucha emancipadora y revolucionaria del pueblo venezolano. Sus auténticos jefes nunca han vacilado, nunca se han prestado al manoseo de los funcionarios policiales de ningún tipo. Se han ganado sus puestos librando debate, en las aulas, en los locales sindicales, en las calles y también dejando huellas en los caminos de este país, cumpliendo abnegadamente con las tareas asignadas por el quehacer de la lucha. Eso en estos tiempos no es una conducta fácil, no es practica cómoda; en estos tiempos es posible que los Magistrados del TSJ te nombren jefe de una organización política revolucionaria y seguramente esa función no sera gratuita. Pero la dignidad, el honor y el prestigio como hombres y mujeres de lucha jamas vendrá endosado en un libelo de la sentencia arreglada en los salones perfumados del poder judicial venezolano por ordenes de la cúpula corrupta del régimen; porque esa Sentencia en el mismo momento en que le asigne las siglas a esta camarilla; los expulsa de la realidad del pueblo venezolano donde siempre estará presente Bandera Roja.

Víctor Partidas
Secretario General de Bandera Roja - Aragua
Miembro del Comité Político Nacional

Paso al #CongresoCiudadano: Ciudadanos haciendo política

En tiempos de crisis, los pueblos casi siempre se las ingenian para buscar caminos que conduzcan al progreso. En ocasiones pueden producirse regresiones, generalmente fundamentadas en visiones irracionales que logran llenar las expectativas de una población en situación de incertidumbre. A escala internacional, el fascismo se convirtió en amenaza mundial, pues vino a encender las pasiones luego de la debacle del capitalismo a finales de los años 20.

Racismo, discriminación, exclusión, sectarismo, veleidades ultranacionalistas y afanes hegemonicistas fueron convertidos en valores —en muchos casos respaldados por leyes nacionales— en gran parte de Europa y Asia, y condujeron a la segunda gran guerra, con la consiguiente muerte de millones de personas y la destrucción inmisericorde de poblaciones enteras. La irracionalidad convertida en política había frenado la posibilidad de que los cambios posteriores a la crisis general del capital fueran dirigidos en un sentido progresista. Sin embargo, la amenaza fue detenida y derrotada.

Venezuela cerraba el siglo XX con una pérdida de credibilidad en la democracia representativa instaurada luego del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez, y con un deterioro creciente de las condiciones de vida de las mayorías, destacándose la pérdida de significación del salario, la inexistencia de un sistema de seguridad social confiable, la merma de la producción nacional y el deterioro creciente de los servicios públicos.

En esta circunstancia, las “fuerzas vivas” —¡no dudéis nunca de su viveza!— buscaban construir una alternativa política que ofreciera cambios pero que en verdad nada cambiara, que no tocara el statu quo. Zafándose de las insípidas, incómodas y cansinas opciones bipartidistas, probaron con Irene Sáenz, pero pese a su gran belleza no cuajó; al catire Salas Römer le faltaba colorcito populachero y ni siquiera mencionemos a Alfaro Ucero. Así que —con un discurso antipartido— probaron suerte con un militar exgolpista de verbo encendido y enormes agallas, tantas que si se queda un ratico más hubiera superado a Bolívar en retratos, idiosincrasia y religiosidad popular, ya que en los nuevos libros de historia está a la par.


La oligarquía se la jugaba con el teniente coronel, para seguir la juerga. Pero el muchacho salió respondón, no contra sus intereses —las ganancias de banqueros y grandes capitales nunca fueron tan gigantescas como en estos tres últimos lustros— sino contra el entramado político convertido en negocio. Un verdadero encantador de serpientes con gran carisma sembró en la gente una esperanza, rayana en la irracionalidad. “Con hambre y sin empleo con Chávez me resteo” dibuja muy bien el sentimiento sembrado en gran parte de la población. Si a esto se le une el falso discurso de “socialismo” y la supuesta instalación del “poder popular”, la estafa cobra dimensiones que hacen soñar a las mafias del gobierno con durar perennemente en el poder. Y, pa más ñapa, con más de una década con enormes ingresos por renta petrolera y exacciones fiscales, dilapidados en forma estruendosa en ineficacia, destrucción de fuerzas productivas y extendida corrupción, y con las pretensiones de depravar o controlar a importantes sectores del liderazgo social y partidista —como PPT, Podemos y ahora la “quinta columna” de Véliz-Guanique.

Hoy, esa esperanza se ha desvanecido en una profunda crisis social, económica y política, y las mafias gobierneras pretenden contenerla a punta de represión, restricción de las libertades públicas, y control de las protestas y las luchas. Pero, así como la vida se abre caminos insospechados, el pueblo venezolano se ha decidido a hacer política de una manera nueva. La unidad ya no estará más restringida a quienes estamos organizados en partidos, ni a que sean los partidos los que señalen las rutas y las tácticas, aunque como militantes sintamos que debemos seguir ofreciendo nuestros análisis y nuestra perseverancia política para esclarecer. La política no será más un espectáculo y un show. La conquista de las reivindicaciones sociales y económicas ya no estará separada de la búsqueda del cambio político. Deslastrar la política del negociado, de la trampa y de la insinceridad se convierte en una necesidad insoslayable para una superación progresista del actual régimen despótico, militarista y represivo. El Congreso Ciudadano por la Reconstrucción Nacional nos abre esa oportunidad.

Que en cada barrio, urbanización, universidad, caserío, fábrica se abran los espacios para conjugar nuestras luchas diarias, para elevar nuestra solidaridad y para ir construyendo un programa de salvación de la patria. Nadie podrá detener el cambio.

Pedro Arturo Moreno
Dirigente nacional de BR
Sindicalista revolucionario