viernes, 9 de octubre de 2015

Gasolina, subsidio y cambio

Según el Gobierno y muchos sesudos economistas, para evitar el contrabando de gasolina hay que internacionalizar su precio o, al menos, colocarlo al nivel que impera en Colombia. Suman al argumento dogmático el razonamiento de que se debe sincerar su precio debido al costo de producción, las deudas de Pdvsa y la necesidad de alcanzar el equilibrio fiscal.

         Según esto, el precio de un litro de gasolina debería ubicarse cerca de 200 bolívares. Con eso se perdería el incentivo para llevarla a Colombia. Ubiquemos que un litro de gasolina en este país vecino cuesta cerca de un dólar ($ 0,75 para ser más exactos). Vaya salida. Un tanque de gasolina de un carro pequeño, de 35 litros, por ejemplo, alcanzaría la astronómica suma de cerca de 7 mil bolívares. Quien debe usar el carro, al punto de tener que gastar unos tres tanques a la semana, tendría que erogar tres salarios mínimos al mes. O sea: deberán parar el carro y someterse al pésimo transporte colectivo que existe en el país.

El increíble engaño sobre el aumento de la gasolina

El increíble engaño sobre el aumento de la gasolina
o cómo hacer que los venezolanos se sientan culpables por la crisis


El gobierno realiza grandes esfuerzos para crear un sentido común acorde con su política antipopular. Con el anunciado incremento del precio de la gasolina —al igual como lo hicieron durante el período bipartidista y fueron coreados por los economistas de postín—, sacan la propaganda que asegura que un vaso de agua es más caro que un litro de gasolina. Le agregan, en esta oportunidad, la idea del costo de producción y el resultante beneficio capitalista sin que les titile el ojo de su engañoso “socialismo” de discurso. Se olvidan los propagandistas de la perorata que en su oportunidad gritaron voz en cuello para justificar el no incremento del precio de un bien que, por sentido común —de un carácter menos común, claro está—, indica que algún beneficio directo debe recibir el venezolano de un recurso propiedad del Estado, del suelo nacional en este caso. Además, en medio de una crisis tan grave, tan calamitosa para la población venezolana, el incremento del precio de la gasolina sería como echársela a un fogón.

miércoles, 7 de octubre de 2015

Manifiesto de Constitución de la Coordinadora de Lucha Estudiantil

La crisis general que vive la sociedad venezolana se profundiza día a día agravando los problemas, sembrando angustia en la mayoría de los hogares y retándonos a la lucha.
Los centros de educación en todos sus ciclos han sido duramente afectados y de no cambiar las políticas en marcha la situación se tornará más difícil en el futuro inmediato. La familia ya no puede cubrir los gastos de los hijos que estudian, y muchos de ellos han tenido que abandonar su formación para buscar trabajo.
La crisis profunda que atraviesa el sistema educativo es ya inaguantable.