La crisis general que vive la sociedad venezolana se
profundiza día a día agravando los problemas, sembrando angustia en la mayoría
de los hogares y retándonos a la lucha.
Los centros de
educación en todos sus ciclos han sido duramente afectados y de no cambiar las
políticas en marcha la situación se tornará más difícil en el futuro inmediato.
La familia ya no puede cubrir los gastos de los hijos que estudian, y muchos de
ellos han tenido que abandonar su formación para buscar trabajo.
El inicio del
nuevo período académico encuentra un escenario de
luchas reivindicativas y sociales que parten de las exigencias de los jóvenes
de educación media, cansados de la inseguridad que azota a los planteles
educativos y la descomposición moral que se evidencia en el consumo de drogas,
cigarrillo y alcohol. Además, la calidad educativa se deteriora de tal manera que se ha hecho normal obtener notas promediadas
en materias que no han sido cursadas por
no tener
un docente
contratado. Materias que en su mayoría pertenecen al área de Ciencias
Puras. Esta situación pudiera ser fácilmente
resuelta
si el Ministerio de Educación promoviese la contratación de egresados de la
Universidad Pedagógica Experimental Libertador, quienes además de estar calificados
para ejercer el cargo, poseen una ética y moral profesional intachables. Sin
embargo, ha sido política del Ministerio a partir de 2007 no aceptar docentes
de esa casa de estudios debido a que la UPEL se niega a doblegarse ante sus erróneas políticas.
En los espacios
universitarios la crisis presupuestaria se agudiza, reflejándose en la
imposibilidad de proporcionarle a sus estudiantes los insumos necesarios para
realizar pruebas de laboratorio, de invertir en la investigación científica y
tecnológica, al igual que en la actualización de las bibliotecas; de contar con
docentes altamente calificados para la formación de profesionales, y de
garantizar un número de cupos acorde con la capacidad de su infraestructura.
Invertir
recursos es necesario para promover el carácter científico, creador y
potenciador de las universidades venezolanas; invertir en calidad educativa es una apuesta al futuro. Es crear las condiciones para egresar profesionales que impulsen el desarrollo industrial, económico y
social que nuestro país requiere.
Por
esto, tras analizar y reflexionar respecto a las acciones llevadas a cabo en
años anteriores, se tomó la decisión de no iniciar una lucha basada en
las diferencias de los gremios que se ven afectados de manera aislada. Partimos
de la unidad gremial y del pueblo por la defensa de la universidad y la
educación venezolana. La Coordinadora de Lucha Estudiantil ―hoy constituida por
estudiantes de educación media y universitaria de casas de estudio públicas― se
compromete con la ciudadanía venezolana a asumir la responsabilidad que le
corresponde en la historia. Mañana seremos los estudiantes, los gremios
administrativos, obreros y docentes de las universidades públicas y privadas,
autónomas y experimentales, el magisterio y las familias quienes daremos un
paso al frente en defensa de la educación.
El
llamado es a realizar asambleas que permitan profundizar en el debate sobre la
crisis a que nos somete este gobierno. Este
debate permitirá unificar criterios para futuras acciones y garantizar la participación
de todos los afectados. Además, el debate abrirá caminos para evitar cometer
los errores anteriores y para que nuestros
representantes actúen de acuerdo con la voluntad de
las bases y no guiados por intereses individuales. Esto con la finalidad de conformar
una verdadera fuerza popular que enfrente a los enemigos de la educación y del progreso encarnados hoy en este régimen despótico y demagógico que representa el retroceso al oscurantismo.
Estas
propuestas se realizan bajo la convicción de combatir los movimientos
reaccionarios y las direcciones de escritorio. Nuestras propuestas son
prácticas, viables y principalmente objetivas, identificadas con las exigencias de las bases y pugnando por las
reivindicaciones estudiantiles y de la universidad venezolana en general. Es la
construcción de la unidad con la educación como bandera. No nos desgastaremos intentando definir
si compartimos una u otra forma de lucha, pues tenemos claro que esto no es una cuestión de principios, que todas las
formas son válidas siempre que se lleven a cabo con el respaldo de las bases y respondan a las exigencias, posibilidades y
disposición de cada momento.
Reconocemos que llamar
a paro indefinido en las actuales circunstancias nos priva de contar con los estudiantes en las aulas, con su
disposición y coraje para la movilización de calle, imprescindible para lograr
la presión necesaria para salvar a nuestra universidad. Sabemos igualmente que
algunas
casas de estudio no se encuentran en condiciones de iniciar las actividades
académicas, que están inmersas en un cierre técnico forzoso. Consideramos, no
obstante, que la educación debe ser nuestra punta de lanza para salir
definitivamente de este desastre, y
que las
universidades y demás centros educativos deben mantenerse de pie, dispuestos a
luchar.
En
respaldo a lo anterior elevamos un pliego nacional de petición estudiantil.
¡Unidad
y lucha por la defensa de la educación!
1. Respeto
a la autonomía universitaria, que parte de la elección de sus autoridades y el
respeto a la política interna de selección.
2. Presupuesto
justo y digno acorde a las actuales condiciones de crisis inflacionaria que
atraviesa el país. Suficiente para sustentar el desarrollo de nuevas y
avanzadas tecnologías educativas, y el crecimiento de la investigación, el
deporte y la cultura.
3.
Beca
estudiantil igual a un salario mínimo y duplicar el número de becarios.
4.
Entrega
de 120 tickets de pasaje estudiantil y eliminar las zonas.
5. Patrullaje
en las cercanías de todos los centros educativos; incluye inicial, primaria,
básica, tecnológicos y universitarios, públicos y privados. Así mismo, una
partida independiente para la seguridad en todos los niveles antes mencionados.
6.
Contratación
de egresados y estudiantes de la UPEL. ¡Basta de promediar notas!
7.
Normas
de homologación para la Universidad.
8. Entrega
de la nueva sede para los estudiantes de la extensión de Nueva Cúa del
Instituto Pedagógico Siso Martínez y restablecimiento de la sede otorgada en la
gestión de gobierno de 2010 a los estudiantes del Instituto de Mejoramiento
Profesional del Magisterio extensión Miranda.
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