Maduro quiere ser Pinochet o Erdorgan, pero…
El señor Nicolás Maduro ya se franqueó. Sus referentes de comparación ahora son los dictadores fascistas como Erdorgan, de Turquía. Ya la careta de socialista no le sirve para simular una democracia y sus amenazas develan lo que en 2014 había sido un abreboca: Venezuela está presidida por un dictadorzuelo y padece una dictadura; disfrazada, compleja y tramposa, pero dictadura al fin.
Pero Venezuela no es Turquía ni el pueblo venezolano es miedoso. Maduro se equivoca. Estas reveladoras amenazas no detendrá al pueblo venezolano en su convicción de conquistar por vía democrática un derecho Constitucional como el *referendo revocatorio*. Maduro y sus aliados no podrán seguir reteniendo el deseo inquebrantable de libertad. Las razias represivas de la dictadura de Pérez Jiménez, o las razias de los años 70, 80 y 90 contra jóvenes revolucionarios y estudiantes, no detuvieron nunca a los venezolanos en sus conquistas, ni lo harán hoy.