Hace once años, en un artículo de El Universal (29-9-2002), el periodista Gustavo Rodríguez decía: “los especialistas de la División de Técnica Policial tienen la certeza de que efectivos de la Guardia Nacional son responsables de la muerte de Jhonnie Palencia, un joven que cayó abatido frente a la estación del metro de El Silencio. Palencia fue la única víctima cuyo proyectil presentó una trayectoria intraorgánica ligeramente ascendente. El tiro impactó la cara anterior del cuello con orificio de salida por la parte posterior”.
Rodríguez señaló además que, por los estudios planimétricos, los guardias nacionales, al disparar sus fusiles FAL, debieron estar apostados en las adyacencias de la plaza Bicentenario. Para más detalles se informa que el error del teodolito (instrumento de medición mecánico-óptico universal que sirve para medir ángulos verticales y, sobre todo, horizontales), no podía ser mayor de tres (3) centímetros, los videos confirman que había allí cuatro efectivos de la GN, agachados y con sus armas largas en el hombro: “…sus rostros no se detallan (…) pero los investigadores disponen de otros soportes que les permiten identificar a todos los uniformados que actuaron el 11 de abril”.
Que recordemos estos hechos no es un ejercicio morboso o inoportuno. Que específicamente tomemos el caso de Jhonnie Palencia dirigente vecinal y sindical de ninguna manera significa despreciar que fueron 19 las personas asesinadas en esa gigantesca marcha ocurrida el jueves 11 de abril de 2002. Las connotaciones y consecuencias de lo ocurrido esos días siguen trascendiendo sin que existan aún conclusiones esclarecedoras, sin embargo, la necesidad de dar competencia a una “comisión de la verdad”, el tratamiento parcializado y amañado por parte de todas las instituciones estatales -fiscalía, tribunales, asamblea legislativa, órganos policiales, y el infaltable gobierno nacional-, la introducción de elementos para confundir hechos, tiempos y personajes, todo ello indica que lo que se busca es encubrir la saña asesina de un gobierno desesperado que se encontraba increpado por una enorme masa popular, y por mampuesto dar un soporte argumental al relato de un cobarde que se escondió en las charreteras para encubrir su falta de arresto.
Los compañeros de trabajo de Jhonnie, en la empresa de colchones Paradise, donde era secretario general del sindicato, sus amigos de la UNA, que vieron sus dotes como dirigente estudiantil, sus vecinos de Ocumare y sus camaradas de Bandera Roja recuerdan a Jhonnie Obdulio Palencia, como una llama que aún mantiene esplendor en cada una de sus mejores acciones. Es por ello que, honrar a un luchador social, a un trabajador que sacrificó su vida en el campo de batalla por sus ideales, por la defensa de los derechos humanos, por la libertad sindical, por la defensa de los sagrados intereses de los trabajadores, es justo y necesario. Es un pequeño aporte, para recordar siempre la memoria de un camarada y amigo
El mejor homenaje que podemos hacerle a nuestro camarada Jhonny Palencia es obtener la victoria electoral y popular sobre este régimen despótico que hoy miente mucho más al pueblo venezolano. Este domingo 14 de abril, en honor a Jhonny Palencia y a todos los caídos el 11 de abril, a votar por Henrique Capriles.