Hay muchas razones para estar desesperanzado, en el seno de la universidad venezolana, habida cuenta de que, en los últimos tiempos, obreros, empleados, estudiantes y profesores, han sido víctimas de tres actores de la vida universitaria, en donde estamos colapsando y el futuro de la investigación, docencia y extensión, ya no existe. Menos aún, la garantía de un país enrumbado hacia el progreso y desarrollo, más allá de la gran fábrica de pobres que se está labrando como meta o ‘Misión’ (ahora, de moda), con la formación de mano de obra simple o medianamente calificada, con profesionales chatarra.
La principal determinación, es la acción totalitaria del gobierno nacional, que ha avanzado en el adocenamiento de toda la comunidad universitaria, sobre la base del control y chantaje económico (financiero y presupuestario) y ha logrado que la vida se convierta, de un hecho natural, a uno de supervivencia, lo que nos advierte la pronta presencia de un detonante social, con consecuencias inimaginables, a pesar del terrorismo de Estado y la abulia desde la alteridad.
La principal determinación, es la acción totalitaria del gobierno nacional, que ha avanzado en el adocenamiento de toda la comunidad universitaria, sobre la base del control y chantaje económico (financiero y presupuestario) y ha logrado que la vida se convierta, de un hecho natural, a uno de supervivencia, lo que nos advierte la pronta presencia de un detonante social, con consecuencias inimaginables, a pesar del terrorismo de Estado y la abulia desde la alteridad.