jueves, 2 de julio de 2015

Bandera Roja va con tarjeta propia y con candidatos de unidad

En las elecciones parlamentarias
Bandera Roja va con tarjeta propia
y con candidatos de unidad


El régimen despótico, militarista, dictatorial y mafioso que hoy dirige los destinos de Venezuela se aproxima a su fin. Y las elecciones para Asamblea Nacional pueden ser la campanada que anuncie uno de sus últimos rounds.

Para la gran mayoría de los venezolanos se ha convertido en insoportable la situación que vive el país. Una verdadera calamidad que exige una amplia unidad de los distintos sectores sociales para provocar los cambios que nos permitan salvar y reconstruir nuestra nación hacia el desarrollo, el progreso y el bienestar, abriendo caminos para una democracia de verdad participativa, y asentada en el fortalecimiento de nuestra independencia y nuestra soberanía.

Las elecciones del 6 de diciembre son una oportunidad para avanzar en el desmontaje de este régimen perverso y retrógradopero no son la panacea para resolver todos nuestros males. La unidad debe ser algo más que un engranaje de fórmulas electorales. Es necesario un Programa claro que le muestre al pueblo venezolano un camino para el cambio, en el cual las propias luchas sociales, reivindicativas y políticas cobran importancia para ir labrando el rescate en importantes áreas de la economía y el trabajo, de la educación y la salud, de las libertades públicas y los derechos humanos, y para ir construyendo la fuerza social y política que impulsará y sostendrá los cambios por venir.

Sin embargo, en sectores de la oposición aún persisten posiciones mezquinas y sectarias, que ven los venideros comicios como oportunidad para un reparto que beneficie sus toldas partidistas. En esa dirección han excluido a importantes sectores y a luchadores, mujeres y jóvenes, que enriquecerían una fórmula integrada de la oposición. Bandera Roja, teniendo principios y valores como guía, ha denunciado esas posturas excluyentes y ha llamado a construir una propuesta electoral que engrane una Unidad Superior que a su vez sea una dirección política que proyecte y dirija la alternativa de cambio de verdad.

En ese sentido, Bandera Roja ratifica su decisión de participar con su Tarjeta Propia en las próximas elecciones parlamentarias, postulando a todos quienes representen de verdad ese espíritu de cambio y no una postura oportunista y colaboracionista con el oficialismo. Daremos nuestro apoyo, en primer lugar, a todos los que fueron electos en primarias democráticas de la oposición, tal como fue nuestra propuesta, pero nos reservaremos los espacios restantes y las listas regionales con el criterio de reforzar victorias opositoras al mismo tiempo en que enfrentamos las decisiones injustas y de retaliación contra dirigentes y sectores excluidos en esa maqueta cupulera y macollérica. Ponemos como ejemplo el apoyo que daremos a Eduardo Gómez Sigala en Lara, a Miguel Vásquez en Sucre, a Gabriel Puerta —nuestro secretario general— en Miranda, a Andrea Tavares en Caracas, y la exploración de opciones para nuestra joven dirigente Sairam Rivas. También brindaremos nuestro respaldo a los presos políticos y dirigentes estudiantiles, sindicales y gremiales que deseen postularse, así como otros nombres de dirigentes de significativa importancia (regional y nacional) y que han sido excluidos por la MUD como candidatos a la AN. Buscamos conformar una maqueta electoral nacional que represente genuinamente la Unidad tal y como la concebimos; la Unidad que Lucha, y la Unidad que ha dado muestras desde 1998 de su disposición y sacrificio en el enfrentamiento a este régimen de oprobio al pueblo venezolano, y que busca un camino de cambio y de construcción de una nueva democracia.

Con la vista puesta en un triunfo arrollador para el 6 de diciembre, Bandera Roja ofrece desde ya a los venezolanos de buena voluntad, a los demócratas, a los luchadores sociales y comunitarios, a los revolucionarios, a la resistencia, a los presos políticos, a los trabajadores y a la clase obrera, a las mujeres y los jóvenes, nuestra tarjeta, para que sufraguen sabiendo que su voto será una evidencia importante de los deseos de cambio hacia el progreso, el desarrollo y la libertad que anidan en el pueblo venezolano. Votar en la tarjeta de Bandera Roja es garantía de que se estará votando por los mejores candidatos de la Unidad, pero también por una trayectoria de ética probada, de sacrificio, de entrega y de libertad.


Comité Político Nacional
Caracas, 2 de julio de 2015
@Bandera_Roja

domingo, 28 de junio de 2015

Mujeres: entre la trampa electoral y una oportunidad para avanzar

Por Hisvet Fernández | @HisvetF

Este 26 de junio pasado Tibisay Lucena, como voz del CNE y evidentemente del propio régimen, sorprendió a la opinión pública por su anuncio oficial y mediático  sobre la "reglamentación de sexo para las candidaturas parlamentarias" con un mínimo de 40% y un máximo de 60% de candidatas. Pero quienes no deberían haberse sorprendido son los partidos políticos adscritos a la MUD, que habían hecho pública días antes una maqueta electoral que solo llegaba, a duras penas, a un 13% de representación de mujeres candidatas, y en su mayoría suplentes.

Ya las Mujeres organizadas, incluso desde la misma MUD con el Frente Nacional de Mujeres, habían advertido a esta dirección política la necesidad de respetar la paridad de género tal como lo señala Evangelina Prince (EP) en una respuesta que da a Margarita López Maya (MLM) sobre comentarios de esta ante la decisión del CNE, donde planteó, entre otras cosas, la extemporaneidad de la decisión.

EP dice que fue inesperada solo mediáticamente puesto que ya la MUD sabía que eso pasaría, y cito textual a EP: “Aunque la lucha de las mujeres de los partidos demócratas  integrados en la MUD y de las Organizaciones Civiles para lograr tal decisión en la materia fue ampliamente avisada en sus implicaciones, desde hace más de un año y en lo inmediato, desde febrero de 2015, hubo numerosos eventos, solicitudes, diligencias que se hicieron ante el CNE, ante la propia MUD, la entrevista solicitada por el Frente Nacional de Mujeres a Chuo Torrealba para entregarle la propuesta del Frente, el evento multipartidario realizado hace dos meses para publicitar con apoyo colectivo la solicitud y a la cual no concurrió la MUD, ni Torrealba, sino unas muy pocas compañeras hoy en cargos legislativos, nacionales y regionales". Suficientes pruebas de que sin dudas no fue inesperada esta decisión del CNE para la MUD.

Sin embargo, parece que se empeñan en subestimar a la opinión pública y a la capacidad de las mujeres, protagonistas de años de lucha, que son parte activa de los antecedentes legislativos y políticos del contenido y fondo de esta decisión. Escuchamos penosas declaraciones del secretario ejecutivo de la MUD, Chúo Torrealba, rechazando el reglamento sobre la paridad de género por "ilegal e inconstitucional". Solo fue capaz de ver la maniobra electoral del Régimen pero no pudo ver el fondo y plantearse una posición de rectificación y autocrítica que dignificara a las mujeres y al nombre que representa, la MUD. Debemos entonces suponer que ¿habrá democracia posible excluyendo a más de la mitad de la población? Sin nombrar a otr@s también excluid@s.

Apostamos por la capacidad de poder separar las malas intenciones del CNE, que las tiene de sobra, de la justeza de la aplicación de normas de paridad en forma de cuotas para que muchas luchadoras, siempre excluidas, entren al ruedo electoral, garantizando nuestros derechos políticos no solo a elegir sino también a ser electas. La Democracia a la que aspiramos es una en la que no deba ser necesario que el CNE "obligue" a la paridad, sino que sea un acto cotidiano de derechos políticos garantizados y esculpidos en las conciencias ciudadanas de toda la población. Pero eso aún no se ha logrado. Mientras tanto, las medidas positivas, como las normas de cuotas, deben ser aplicadas y ser la bandera de lucha de todas las verdaderas organizaciones democráticas y de quienes luchan de verdad por superar este régimen, incluso antes de que el mismo régimen utilice estas luchas como argumento de manipulación política electoral, como es nuevamente el caso.

Por otro lado, en el país sobran mujeres con competencias para ser diputadas en la AN que pertenecen a los partidos y en las organizaciones sociales (comunitarias y medias) y que siempre terminan en "la cola del león"; mujeres con méritos suficientes que trascienden con creces “la palanca o la recomendación” y recibirían el apoyo entusiasta de la población venezolana.

Con mujeres, jóvenes y otros sectores excluidos como la diversidad sexual y líderes/as populares y sociales que reciben el cariño y respeto del pueblo porque le ha acompañado en sus luchas contra este régimen, podemos hacer una maqueta electoral que represente la verdadera diversidad de la unidad opositora, y arrasaríamos en la AN. Solo así podríamos hablar de que llegar a la AN sería un paso hacia la salida del régimen. De resto, sería un acto de relegitimación de un sistema político aberrante. Esperemos que esto sea asumido como una gran oportunidad política para avanzar, sea por la MUD, o por los sectores que sí están dispuestos a incluir y avanzar en la lucha por la reconquista de la democracia y la libertad.