¿Realmente es necesario que afirmemos que Venezuela atraviesa una grave crisis económica? La realidad aplasta al verbo. ¿En qué punto estamos y hacia dónde vamos? Es urgente comprender la gravedad, profundidad y carácter de esta crisis. Entender mal la economía es entender mal la política y por ende la salida y el tipo de cambio requerido.
Lo fundamental (y en este caso también lo principal) debemos resumirlo en que se ha destruido sistemáticamente el aparato productivo nacional. De 11 mil 200 empresas registradas para 1998, hoy quedan siete mil, (4.200 han cerrado) según cifras de Conindustrias. Esto produce en primera instancia dos efectos directos sobre la economía: 1) la creación de riqueza se restringe al negocio petrolero, haciendo más dependiente y monoproductor que nunca al país (una crítica que toda la vida fue contundente desde la llamada "izquierda") y 2) hace depender el consumo nacional (mercado interno) de las importaciones, compradas con los dólares que el flujo de caja petrolera permite. Así, al caer el ingreso de Pdvsa la afectación al mercado interior es casi inmediata.