jueves, 30 de enero de 2014

El imperio sí es imperialismo

No es gratuito que el chavismo llame a Estados Unidos El Imperio. En vez de imperialismo estadounidense, se le llama El Imperio. También aboga el chavismo por un mundo multipolar para superar el mundo unipolar liderado por Estados Unidos. No. No es gratuito nada de esto.
  Con ello se busca justificar alianzas con otros imperialismo que están llamados, de acuerdo a esta idea, a crear un mundo multipolar que conduciría a un equilibrio garante de mejores relaciones internacionales en "paz".
   No sabemos si se trata de ignorancia, cretinismo o cinismo. Todo indica que la tercera acepción motiva el uso de estas categorías y conceptos, mientras se avanza en esta política.
   Eso de creer que las leyes de la producción capitalista en China son diferentes a las que prevalecen en EEUU; o las que rigen la usura de los préstamos chinos son diferentes a los que guarda el Fondo Monetario Internacional; más que una ingenuidad, es cinismo. 
   El gobierno chavista sabe que eso es mentira. Lo propagan para mantener el engaño. Si no, ¿cómo se explica que los obreros chinos sean los que sufren los mayores niveles de explotación en el planeta?
   Las Tesis del revisionismo moderno, entre sus objetivos, siempre se han centrado en negar la vigencia del leninismo y sustituirlo por ideas que buscan alejarnos de su núcleo revolucionario. El chavismo, por muy primitivas y vulgares que sean sus ideas, no se aparta de esa tradición, más cuando busca legitimar una política basada en el discurso socialista mientras profundiza lo peor del capitalismo. Siempre que haya recursos, lo esconde con el reparto en amplios sectores pobres de dádivas que brindan algunas condiciones para mermar la pobreza. En realidad, amplía el mercado para los productos chinos, estadounidenses o brasileños, principalmente.
   La contundente realidad nos indica que las tendencias de la fase imperialista siguen en pleno desarrollo. Eso del mundo multipolar, del equilibrio, es una tontería que se estrella frente a la rivalidad interimperialista, aun cuando EEUU haya mantenido una hegemonía hoy debilitada. 
   El bloque conformado por Brasil, Rusia, India, China y Sudafricana (Brics), resume una fuerza económica indiscutible. Para 2014 el PIB nominal de este bloque superará al de Estado Unidos y la Unión Europea. China conserva la primacía en la producción manufacturera a escala planetaria, destacando como primer productor mundial de vehículos. Por ello la expansión de este bloque es fuente de conflicto, de rivalidad por cada vez más mercados. Por eso resulta una tontería la tal alianza de Venezuela con China, el país más competitivo del planeta; así como la incorporación de Venezuela a Mercosur, estando entre los países que lo integran la 6ta economía del planeta: Brasil, uno de los integrantes del bloque Brics.
   Chávez firmó un convenio con China para la elaboración del mapa geológico en febrero de 2012, comenzando su ejecución en agosto de ese mismo año. China está muy interesada, además del petróleo venezolano, en la riqueza inconmensurable de Coltan, uranio y oro. Es difícil que un país, por muy entreguista que sea su gobierno, confíe la elaboración de su mapa geológico a cualquier potencia imperialista.
   Con esta política, apoyándose en los conceptos de El Imperio y el Mundo multipolar, el chavismo ha hipotecado buena parte de su futuro a otra potencia imperialista. Ahora dependemos del imperialismo estadounidense y del imperialismo chino. Por lo pronto, en esta etapa de acuerdos entre las potencias imperialistas, se reparten el botín que representa la riqueza y el mercado interior venezolano. Así como se convienen para profundizar la explotación de los obreros en el planeta entero, se acuerdan para el despojo de una tradicional área de influencia estadounidense, fruto, en parte, de la inmensa deuda de EEUU en manos chinas. Pero la rivalidad interimperialista por mercados y fuentes de materias primas dará paso al conflicto. Siria es un claro ejemplo de cómo se "resuelven" estos conflictos. A eso nos lleva el chavismo.
   La soberanía, como afirmara el Che, se conquista con el desarrollo de las fuerzas productivas, no con alianzas antinacionales.

Dr. Carlos Hermoso

domingo, 26 de enero de 2014

De dólar controlado a bolívar devaluado


Publicado en el Diario 2001
(26 de enero de 2014)
Jesús Noel Hermoso Fernández
@Jesus_Hermoso

Sumario:
Tres tipos de controles cambiarios han sido implementados desde 1958 en Venezuela. El gobierno anuncia un nuevo precio del dólar controlado señalando que no se trata de una devaluación. El nuevo precio es el sexto aumento anunciado durante los gobiernos de Chávez y Maduro, con precios que han ido desde 1,6 hasta los 11,30 anunciados el miércoles por el Ministro Rafael Ramírez.


TEXTO:

“Ta barato, dame dos” fue una frase que marcó a Venezuela por casi 20 años hasta el inicio de la década de los 80´. Hoy, apenas un vago recuerdo en las generaciones adulto contemporáneas, es un impensable para las generaciones en ciernes.

El control de cambio, implementado por el gobierno de Hugo Chávez en 2003, ha intentado detener un proceso marcado de perdida de la capacidad de compra del bolívar como “resultado de la destrucción del aparato productivo y el crecimiento inevitable de las importaciones iniciado con Carlos Andrés Pérez II”, explica el Doctor en Economía y profesor de la UCV, Carlos Hermoso.

“El bolívar pierde competitividad al no tener respaldo en la producción; pierde su valor frente al dólar. Las medidas asumidas por el gobierno buscaban frenar este efecto, en lugar de atacar su origen, vinculado a la producción”, amplía el académico.

El pasado 15 de enero el presidente Nicolás Maduro anuncia una tasa fija “para todo el año” 2014 de bolívares 6,30 por dólar. Sin embargo, no se había aclarado que aquella sería una de las dos tasas oficiales que finalmente anunció Rafael Ramírez, vicepresidente del área económica el pasado 22 de enero.

Este miércoles quedó fijado el precio por el Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) de Bs 11,30, como precio para los 220 millones de dólares que se entregarán cada semana, para un total de 11.400 millones de dólares este año; 6.400 para el sector productivo y 5.000 millones de dólares para viajeros, remesas familiares y líneas aéreas, entre otros.

“Creo que ya es hora de quitarse la careta de socialismo y definirse como un capitalismo de estado u otra forma política-económica que se prefiera. Pero bajo ningún razonamiento posible se puede llamar socialista un estado que devalúa el valor-trabajo, no se puede llamar socialista un estado que beneficia a los ricos y perjudica a los pobres”, escribió Carlos Sánchez, frecuente y muy leído articulista del medio digital oficialista Aporrea, como primera reacción ante los anuncios.

Socialismo devaluado

En su primera entrega, llamada socialismo devaluado, el articulista Carlos Sánchez explica que “un gobierno devalúa cuando necesita dinero, es decir, por cada dólar que entra recibe 6.30 bolívares, al devaluar, por cada dólar que ingresa, recibe más. El estado devalúa porque no tiene dinero suficiente para cubrir sus gastos”.

Amplía con detalle que “el dólar a 6,30 será sólo para alimentos y medicinas, de manera que zapatos, ropa, electrodomésticos, computadoras, carros, repuestos, teléfonos y todo lo demás costará el doble”, lo que para el analista significa que la devaluación de la moneda es “en la realidad la devaluación del valor-trabajo. Cuando el bolívar se devalúa de 6,30 a 11,30, es decir, una devaluación del casi 100%, eso significa que el valor-trabajo del ciudadano se reduce a la mitad. De manera que si su jornada de trabajo vale 100, con la devaluación pasa a valer 50”.

Para el doctor Carlos Hermoso, la devaluación no es lo que ha producido el Control de Cambio sino al revés. Explica que el establecimiento del Control Cambiario “nunca ha sido una medida socialista” y advierte que por el contrario es el control de cambio el origen de la devaluación.

“En los gobiernos de Chávez y Maduro la política de destrucción del aparato productivo ha empujado al país a una política de puertos que ha presionado hacia la demanda de dólares”, por lo que para el economista no se trata de una demanda ficticia de dólares, sino una demanda real puesto que al no producir nada en Venezuela, las compras en el exterior se hacen inevitables y en todas las áreas de la economía.

Producción vs importación

Una de las consecuencias directas del control de cambio está en que “al establecer un precio del dólar por debajo de su valor real, hace que el producto importado se haga más competitivo frente al producto nacional; sale más barato obtener dólares e importar, que producir aquí”, expresa Hermoso, apuntalando su tesis sobre la forma en que se ha destruido el aparato productivo.

Otro de los impactos que observa el economista está en que se ha producido, con el control, un “proceso de anarquización de la economía” como resultado de los “dos o tres precios oficiales del dólar. Esto ha generado una fuerte presión hacia el mercado especulativo ya que el comerciante que vende no especifica cuál de los precios del dólar, incluyendo los del mercado paralelo, es el que utiliza para fijar los precios en bolívares”.

El mito viajero

Carlos Sánchez, en una segunda entrega sobre el “socialismo devaluado” aparecida este viernes, señala que “empresas de maletín se llevaron más de 20 mil millones de dólares”. Y complementa un trabajo publicado este viernes por Neftalí Reyes en el mismo portal, en el que explica que haber acusado a los viajeros es “una mentira” dicha por Rafael Ramírez.

Investigando las cifras oficiales aparecidas en la página del Ministerio de Turismo, Reyes descubrió que hubo solo un aproximado de dos millones de viajeros desde 2013 hasta la fecha. “Si asumimos que cada uno de los 2.287.141de viajeros felices gastaron un promedio de 1.332 USD, tendremos como resultado: 3.046.471.812 USD, muy lejano de esos 8 mil y pico que el ministro Ramírez nos traficó en su rueda de prensa”.

RECUADRO 1

Breve historia de control de cambio

TEXTO:

Tres controles de Cambio han existido en Venezuela en la época democrática. La democracia conquistada por los venezolanos el 23 de enero de 1958, trajo consigo la primera devaluación del precio de la moneda nacional, y con ella, el primer control cambiario.

Un golpe fuertemente negativo en la producción nacional producto de la fuga de los capitales internacionales que habían hecho grandes fortunas con Pérez Jiménez, hizo que el valor del bolívar se fuese a pique frente al dólar.

Ese control cambiario sufrió un segundo ajuste en 1964 luego de que el gobierno lograra estabilizar el valor de la moneda criolla. A partir de allí, Venezuela contó por al menos 20 años con un tipo de cambio fijo, con un control cambiario que permitía la libre compra de divisas, controladas por el Estado a partir de bandas fluctuantes controladas por una política económica de crecimiento sostenido del aparato productivo.

El viernes Negro (18 de febrero de 1983) trajo consigo un período de inestabilidad del precio del bolívar luego que Luis Herrera Campins fijara un nuevo precio del dólar en 4,30 para las importaciones, y un precio variable de bolívares 6, brecha que se fue ampliando con el paso del tiempo. Se creó el primer organismo de control cambiario o Régimen de Cambios Diferenciales (Recadi), que significó una de las fuentes de corrupción históricamente conocidas.

El tercer control cambiario fue establecido por el fallecido presidente Hugo Chávez en 2003 a bolívares 1.600 (mil seiscientos), pasando luego y con la conversión a Bolívar Fuerte de 2008 a bolívares 2,15 por dólar. Luego, el precio ha oscilado con múltiples variaciones hasta el último anunciado el 22 de enero por Rafaél Ramírez en bolívares 11,30 por dólar.

RECUADRO 2

Descontrol del control de cambio

TEXTO:

El control de cambio iniciado por Hugo Chávez el 5 de febrero de 2003 con una tasa fija de bolívares 1,6 por dólar, recibe su primer ajuste a 1,92 el 9 de febrero de 2004. Posteriormente, en 2005, resiente una nueva devaluación fijada en bolívares 2,15, precio que se mantuvo durante 5 años hasta 2010, cuando pasa a bolívares 4,30, con una banda paralela de 2,60 para adquisición de productos considerados discrecionalmente por el gobierno como “prioritarios”.

En 2010 el bolívar padece dos nuevas devaluaciones, transitando el 9 de junio hasta una nueva tasa dual de bolívares 5,30 para productos “no prioritarios” y la última devaluación en este período, que fija el 30 de diciembre la tasa unificada de bolívares 4,30, unificando las tases de 2,60 y 5,30 en 4,30 para todas las operaciones cambiarias.

La quinta y última rectificación monetaria ejecutada por el gobierno de Hugo Chávez el 8 de febrero de 2013 devalúa la moneda criolla en 46,5% frente al dólar, pasando de 4,30 a 6,30.

El 26 de marzo de 2013 Nicolás Maduro anuncia la creación del Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) e introduce una nueva devaluación de la moneda, estableciendo un sistema de subastas que dispararon el precio del dólar hasta los 11,7 en la subasta del 17 de julio de 2013.


Organismos de Control Cambiario

TEXTO:

Régimen de Cambios Diferenciales (Recadi) 1983-1989

Comisión de Administración de Divisas (CADIVI) 2003-2014

Registro de Usuarios del Sistema de Administración de Divisas (Rusad) 2003-2014

Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera (Sitme) 2010-2013

Sistema Complementario de Administración de Divisas (Sicad) 2013-vigente.