La demanda principal de los estudiantes -secundarios y universitarios- es conseguir la gratuidad de la educación, sumando a esto, la desmunicipalización de los liceos y colegios, con el objetivo de que todas estas instituciones dependan administrativamente del Estado. Entrar en más detalles no viene al caso, porque con los 3 puntos brevemente planteados, podemos observar lo “político” que tienen estas demandas.
Pues bien, el sentido político que le otorgamos a este conflicto, comienza con el origen de toda política: en la del agrupamiento de colectividades en función de defender sus intereses, entendiendo en esto último una serie de valores y principios que rigen la civilización. Justamente, estos “principios” son los promulgados por los partidos políticos que identifican a esas colectividades. Cuando la fuerza del consenso (o sea, el Derecho) no les sirve para mantener su hegemonía, es la fuerza militar la que los perpetúa, esto ocurrió en Chile durante los primeros años de los 70', cuando a la clase “alta” no le bastó la Constitución para defenderse y tuvo que acudir al apoyo de EE.UU y de las FF.AA. para no perder su posición de poder respecto del resto del país.