miércoles, 21 de diciembre de 2016

Rabia y protesta no es “vandalismo”, por Ángel Pinto

Como habitante de uno de los barrios de la ciudad capital del estado Bolívar, quiero opinar sobre los hechos ocurridos en Ciudad Bolívar, pues los viví en carne propia y, como militante de Bandera Roja, traté de actuar en la medida de nuestras posibilidades como partido revolucionario y al servicio de la clase obrera. En primer lugar, hay que ratificar que —al igual que en gran parte de las zonas y regiones populares de toda la geografía nacional— en esta población estaba servido el escenario para un estallido social y aún lo sigue estando. Hoy con mayor fuerza. Una vez que llega la tan esperada y temida respuesta popular, tanto sectores del gobierno nacional y de la gobernación, así como también dirigentes de la oposición y hasta gente supuestamente de avanzada, pretenden adjudicar, erróneamente, tales hechos al hampa común u organizada.

El primer capítulo de esta explosión social podemos calificarlo como una respuesta desenfrenada y sin control, un evento difícil de describir en palabras por las inusitadas formas en que se expresaron la molestia y la rabia. Se trata de un hecho histórico que debe llamar a la reflexión a todos los dirigentes políticos, y más aún a los de oposición. Esa acción nació de las masas de forma espontánea, por frustración, desesperanza, hambre, escasez, falta de alimentos, bajo poder adquisitivo y por muchas cosas más. El detonante, conocido hasta por el más desinformado, fue la salida de circulación del billete de 100. Medida tomada por Maduro en forma irresponsable para beneficiar a las mafias y —dicho sea de paso y en mayúscula— por la ausencia de una oposición férrea, valiente y compenetrada con el sentir del pueblo y con sus sentimientos de cambio, y capaz de orientar positivamente la frustración de la ciudadanía. De tal manera que debemos separar muy bien la línea gruesa que separa las causas y los efectos. En las primeras de cambio el hampa organizada fue tomada por sorpresa y los malandros, puedo jurarlo por mi conciencia, fueron sorprendidos al igual que los comerciantes y el mismo gobierno regional. Tanto así, que se especulaba que el gobernador había sido destituido, porque no aparecía por ningún lado.

En relación con los hechos dantescos, fueron arrasados, y temo quedarme corto, cerca de 90 % del comercio de víveres. En la urbanización El Perú, Los Próceres y el barrio 4 de Febrero de la parroquia Agua Salada, fueron saqueados bodegas, kiosquitos, supermercados chinos, que en honor a la verdad no son ningunos grandes supermercados. La gente saqueaba de todo, mangueras, repuestos de carros, poncheras, la batería de un carro mal parado. Arrasaban con cualquier cosa que encontraban a su paso. En la parroquia La Sabanita, la más grande de América Latina, según se dice, saquearon de todo con violencia, con saña, con ira, con resentimiento acumulado. ¿Por qué digo que fue una acción espontánea de las masas? Sencillo, porque al igual ocurría en La Sabanita, Los Próceres, 4 de Febrero, Agua Salada, El Perú, Los Coquitos, Las Moreas, La Redoma de la parroquia Catedral, Vista Hermosa, avenida Perimetral de la parroquia Vista Hermosa y parroquia José Antonio Páez. Toda la ciudad fue afectada por la locura colectiva, por la rabia contenida, por el resentimiento contra un Estado corrupto, embustero y farsante. Entonces, sin lugar a dudas, fue una reacción espontánea de las masas. Porque al mismo tiempo ocurrían cuestiones similares en El Dorado, Tumeremo, Upata, Guasipati, El Manteco. Sería ingenuo pensar que alguien tenga la capacidad de organizar algo con tanta precisión y con el mismo formato.

En el segundo capítulo de los saqueos, sí aparece el hampa organizada, y su intervención fue para salvaguardar sus intereses, que no es otro que proteger los establecimientos que pagan las vacunas. Pero antes de aparecer el hampa algunos negocios que pagan vacunas también fueron arrasados. Su intervención no fue para saquear. Fue para indicar cuáles no debían ser saqueados. Por ejemplo, en el paseo Orinoco es muy conocido los que pagan vacunas y la gente respetó eso, pero sin embargo se “llevaron” algunos almacenes. Con la aparición en escena del hampa en actitud neutral y la incapacidad de reacción de los órganos de seguridad y del gobierno regional, los saqueos continuaron sin novedad en el frente. Cuentan actores de la primera línea de ataque que policías y la guardias nacionales llegaban a un sitio de saqueo y decían “bueno saqueen, nosotros volvemos dentro de una hora” pero nunca volvían. Y en algunos casos participaban del festín, de ello hay videos y fotografías. Y los cuerpos de seguridad no tenían capacidad de reacción ante lo extendido de la locura colectiva por todas partes, pues no fue en un sector puntual que pudieran rodear o contener, sino que sucedía en todos los barrios de la ciudad. Lo mismo aconteció en casi todo el estado Bolívar. Ante este escenario de inacción, de nula reacción de los supuestos agentes del orden, los actores dieron un salto cualitativo y cuantitativo en su locura y fueron por ferreterías, el banco de Venezuela de Makro en la parroquia Marhuanta, repuestos de carros y todo lo que se pudiera robar. Y los cuerpos de seguridad no reaccionaban. Pues parecía que los funcionarios se identificaban e internalizaban la actitud de los saqueadores, y no quisieron disparar por lástima, actitudes que habrán de ser analizadas como conjeturas por psicólogos y sociólogos.

En el tercer capítulo, sí reacciona el gobierno y pone a funcionar un laboratorio de “guerra sucia”, cuestión en la cual son muy expertos y toman por asalto las redes sociales con información y contrainformación, con audios de una señora llorando, mujeres y hombres afirmando saqueos ficticios, afirmando que el hampa era la que había organizado todo esto con sectores de la oposición y que venían a saquear por venganza contra el gobierno por haber arruinado las mafias mineras, porque supuestamente el hamponato minero se había quedado con sacos de billetes y mucho oro a bajo precio, cuando todo el mundo sabe que las mafias mineras son manejadas por militares y por el alto gobierno. El gobierno corre la voz de que estaba en desarrollo una especie—más una parodia que un verdadero enfrentamiento clasista— de lucha de clases de los barrios contra las urbanizaciones, los pobres contra los ricos y la jugada le salió muy bien, ya que los bolivarenses cayeron en la mentira de que se trataba del hampa organizada contra la gente común y corriente. Así los ciudadanos pasaron una noche de angustia, esperando a un grupo élite de exterminio llamado el Grupo Pantera. De esta forma los farsantes del dictador se erigen como los salvadores de la patria, como los salvadores de la ciudad. 

Hoy, 19/12/16, la ciudad amaneció con 90% de comercios menos, 500 detenidos y la presencia de Diosdado Cabello anunciando en cadena regional todas las benevolencias que pondrán en marcha para reconstruir el comercio en la ciudad. Sin embargo, el clima sigue tenso en Ciudad Bolívar y el escenario de la explosión social sigue vigente y latente. Las masas probaron que lo hicieron y les fue muy bien, percibieron que los cuerpos policiales se neutralizan ante la avalancha de gente. Internalizaron que los esbirros no están ganados a exponerse para defender los intereses de los ciudadanos. Ahora el escenario se torna más complejo y peligroso para todos. De volverse a repetir un estallido social con estas características, la gente se puede volver contra la gente, las masas expresaron mucha violencia, mucha rabia, la gente perdió el sentido de ciudadanía, de la condición humana. Debemos ubicar con claridad al culpable y hacer un diagnóstico lo más aproximado a la realidad concreta para poder influir, accionar, conducir, orientar y controlar una situación como esta.

Ángel Pinto
@angelpintoh35

Secretario General (adjunto) de
Bandera Roja - Bolívar

jueves, 15 de diciembre de 2016

Venezuela y el cambio monetario Modo Circo

Maduro es pura máscara y circo, pero sin pan

La dictadura madurista ha creado todo un revuelo con la recolección del billete de 100 bolívares, buscando con ello un impacto político que también le sirva para ocultar sus graves responsabilidades en el desastre actual del país. Es una medida muy bien pensada y persigue varios propósitos en aspectos económicos y políticos. El más importante es la implantación del nuevo cono monetario. Se aplica un shock contra la gente para que asuma lo más rápidamente posible las nuevas denominaciones en los billetes de un signo monetario que apenas sirve para las transacciones cotidianas en una economía cada vez más dolarizada. El billete de mayor denominación pasará a ser 200 veces el anterior “marrón”, un cambio brusco que requeriría al menos seis meses para su adaptación.

Impulsados por la idea de que no podía esperarse más tiempo, en virtud de que la gente debía cargar cada vez más papel moneda para comprar cosas elementales, promueven esta obra teatral para atender varias cuestiones, y la principal es implantar un nuevo cono monetario bajo el engaño, la trampa y la mentira, convertidas en política de Estado. Disminuida la masa monetaria —el circulante para realizar las transacciones—, el Gobierno busca frenar un poco la escalada de precios y crear una efímera ilusión, mientras centra los ataques contra los enemigos imaginarios, aparte del "imperio" y su "guerra económica", contra sus nuevos "agentes de la mafia de falsificadores".

Además, el Gobierno busca frenar el incremento del precio de la divisa estadounidense. La recogida del billete es un corralito chavista que frena la oferta de bolívares frente a la presión de demanda del dólar. Mientras salen las nuevas denominaciones a cubrir la masa monetaria necesaria para realizar las transacciones, era lógico esperar una caída del precio del dólar, pues la caída en la oferta de bolívares frente a la presión de demanda del dólar fuerza a una eventual baja. Superada la circunstancia y cubierta la oferta de bolívares, al mantenerse la sequía de dólares en el mercado, el precio de la divisa nuevamente se incrementará por la demanda de un bien escaso.

El Gobierno quiere, también, aprovechar el estruendo del impacto para tapar u opacar la catástrofe nacional. La escasez y la inflación hacen estragos en la familia venezolana. Tragedia creada por un Gobierno corrupto, que impuso una política en favor de la oligarquía y destructora del aparato productivo que no podía derivar en otra cosa. Frente a ello, con esta maniobra, el Gobierno persigue crear otros culpables, aunque imaginarios, quienes forman parte del ejército enemigo que lleva a cabo la “guerra económica”.

De otra parte, son muchas las distorsiones creadas por la política gubernamental para favorecer a la banca, a los importadores y a las economías de los países imperialistas. Lo que explica los problemas de los precios en relación con el valor de los productos como resultado de la especulación y la inflación, principalmente. Esto también explicaría la concentración de una masa importante de billetes “marrones” en la frontera dirigida, junto al mercado paralelo de dólares, al contrabando de gasolina hacia Colombia —en connivencia directa con las mafias burocráticas, policiales y militares venezolanas— y a la compra de diversos insumos para la producción y bienes finales para el consumo del lado venezolano.

Las baladronadas del Gobierno, con el fanfarrón mayor al frente, y esta nueva fábula del contrabando para la falsificación de dólares con el billete de 100, forman parte de la tragicomedia gubernamental. Se trata de una idea quimérica que más temprano que tarde será desenmascarada como parte del sainete. Eso de que las mafias se hacen de los billetes para la falsificación de dólares es una leyenda creada para incautos, una burla a la inteligencia. Se sirven de esta fábula para alimentar al nuevo protagonista, al nuevo agente que actúa en la ficticia guerra económica: la mafia falsificadora de centenares de miles de millones de dólares que en nada afectan el mercado internacional. ¡Vaya fantasía!

Pero burlarse del pueblo venezolano les va a costar caro. La rabia acumulada se expresará en forma contundente. La elevación de la conciencia conducirá a que esa rabia encuentre el cauce en la lucha abierta por un cambio de verdad, de desarrollo, democracia y bienestar.

Frente a la farsa #RebeliónDemocrática
El cambio será con #PresiónPopular


Caracas, 15 de diciembre de 2016
Por la Dirección Nacional de Bandera Roja
Gabriel Puerta / Secretario General
Carlos Hermoso / Secretario General Adjunto

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Operación shock, por Manuel Paredes


La eliminación del billete de 100 Bs decretada por Nicolás Maduro luce para muchos como una medida irracional. Sin embargo, vista con detenimiento, es una medida multipropósito. En primer lugar, encaminada a imponer duramente, como un shock, un nuevo cono monetario, contrario a lo ocurrido  cuando se creó en su momento el llamado Bolivar fuerte con la familia de billetes de 2, 5, 10, 20, 50 y 100, que se hizo de forma paulatina. Se Evidencia con esta última decisión la forma despótica y autoritaria de imponer su política monetaria.

Otro propósito es la distracción de los venezolanos de la profunda crisis que sacude al país en relación a la escasez de productos de la dieta diaria, de medicinas y de diferentes artículos, escasez producida por la destrucción del aparato productivo y el estímulo a la importación, lo cual afecta la producción nacional. Durante estas 72 horas que estableció el gobierno para la desaparición como moneda de los billetes de 100, los venezolanos se ocuparán de hacer largas colas en los bancos, cambiar los billetes que posean o comprar desesperadamente cualquier cosa usando los billetes que desaparecerán.

También se propone el gobierno la reducción del dólar paralelo, lo cual se ha dado en estos momentos pero puediera ser transitorio, dada la limitación de divisas en el país, la creación de dinero inorgánico puesto en circulación por el Banco Central, dinero que no tiene respaldo de produccion, y de la disminucuión de las reservas internacionales.

Una medida como ésta permite que capitales no legitimados puedan aprovechar esta circunstancia para el lavado de dinero, al poder cambiar estos billetes, dada la gran cantidad de papel moneda que circula, donde las mafias tienen un control en el contrabando de mercancías y del narcotráfico.

Ante este panorama de cambio de cono monetario se demuestra que el papel,  como medida de valor de las mercancías, que tiene la moneda va desapareciendo en el signo monetario monetario, asi como su función de patrón de precios, de esta manera ante un aumento general de precios, el valor del bolivar tiende a depreciarse y a desvalorizarse en su función de atesoramiento.

Por tanto, en esta circunstancia esta medida del gobierno busca disminuir los efectos de un profunda devaluación y dar muestra de fuerza ante la debilidad del respaldo popular con que cuenta el gobierno.


Manuel Paredes
Econimista
Secretario General de
Bandera Roja - Zulia

miércoles, 7 de diciembre de 2016

Video: #6D Así salieron los representantes de la MUD de la Nunciatura

¡PRESIÓN POPULAR PARA EL CAMBIO POLÍTICO!

¡EL DIÁLOGO FRACASÓ!

El diálogo fracasó. La verdadera alternativa es la presión popular para el cambio político (video)


La Nueva Alternativa Opositora (NAO) ayer 6 de diciembre, denunció frente a la sede de la Nunciatura en Caracas, que ninguna de las dos cúpulas que participan en ese diálogo apaciguador representa los intereses de la mayoría de la población, que hoy exige la salida de Nicolás Maduro y de su dictadura de mafias y corruptelas del poder. Ese diálogo ha sido un fracaso incuestionable y una estafa para los anhelos de cambio de los venezolanos. 

"Vinimos a decir aquí en la Nunciatura que la única garantía de que en Venezuela haya un verdadero CAMBIO POLÍTICO es con una sistemática y sostenida PRESIÓN POPULAR. Con ella podremos torcer el brazo a las arbitrariedades y autoritarismo de los cogollos. Solo el impulso de un fuerte y amplio movimiento de lucha democrática y popular logrará restituir la democracia, hoy mancillada por las cúpulas dialogantes."




martes, 6 de diciembre de 2016

La verdadera alternativa, presión popular para el cambio

Declaración del Movimiento Nueva Alternativa Opositora este #6D

Hace un año (un 6 de diciembre) el pueblo venezolano demostró en las urnas su deseo de cambio político. Decidió a través del voto “revocar” al autoritarismo enquistado en la Asamblea Nacional.

Esa incuestionable victoria quedó secuestrada por el régimen de Nicolás Maduro, quien ha impedido que el mandato popular se ejecute, es decir, que el parlamento, como en cualquier país democrático, controle las acciones del poder Ejecutivo y legisle en favor de los intereses nacionales y de la mayoría de la población. Pero también ha sido secuestrada por una cúpula de política tradicional y de cogollos, apoderada hoy de la MUD.

Esta fuerza democrática y popular que significó la épica democrática ciudadana, fue sustituida por un diálogo cupular, de élites, que no representa la mayoría de los venezolanos. El miedo al pueblo movilizado y activo hizo que las cúpulas de ambos polos coincidieran en un interés común, el de limitar la participación a un mero acto electoral, desgarrando del espíritu libertario de los venezolanos, toda posibilidad de participación y protagonismo de calle. Sustituyeron las luchas por un diálogo que desconoce la fuerza del pueblo y que deja de lado su protagonismo social.

Ninguna de las dos cúpulas que participan en ese diálogo apaciguador representa los intereses de la mayoría de la población, que hoy exige la salida de Nicolás Maduro y de su dictadura de mafias y corruptelas del poder. Ese diálogo ha sido un fracaso incuestionable y una estafa para los anhelos de cambio de los venezolanos.

Vinimos a decir aquí en la Nunciatura que la única garantía de que en Venezuela haya un verdadero cambio político es con una sistemática y sostenida PRESIÓN POPULAR. Con ella, podremos torcer el brazo a las arbitrariedades y autoritarismo de los cogollos. Solo el impulso de un fuerte y amplio movimiento de lucha democrática y popular logrará restituir la democracia, hoy mancillada por las cúpulas dialogantes.

No caben aquí cálculos partidistas o individuales para tomar una mejor tajada en las nuevas circunstancias. Urge construir la Nueva Alternativa Opositora, acompañada de una dirección política que tenga el aliento histórico y la fuerza moral para desmontar este régimen militarista y autoritario mediante un cambio que tiene que ser civil y civilista.

Esta alternativa debe impulsar una UNIDAD SUPERIOR, incluyente, que aglutine a todas las fuerzas políticas y sociales para rescatar la democracia e iniciar la recuperación de nuestro país.

En nuestra acción de hoy rechazamos el diálogo de las cúpulas que solo le ha dado oxígeno Maduro y su Gobierno de mafias. Exigimos que sean restituidos los derechos a revocar y a elegir. Asimismo, consideramos que el el cambio que anhela el pueblo es profundo y de raíz, que es necesaria la refundación de la República, y un mecanismo para ello es el poder constituyente, es decir, a pueblo organizado desde abajo, para que convoque y organice con autonomía una Asamblea Nacional Constituyente originaria.

De igual forma exigimos la liberación de todos los presos políticos y que cese la persecución de la disidencia política, a los luchadores sociales y populares. Y por último, reiteramos la necesidad de construir una nueva dirección política que asuma el liderazgo para llevar salvar a Venezuela.

Hacemos un llamado a todos los partidos, las organizaciones sociales, los sindicatos, los centros de estudiantes, las ONG, a los luchadores y líderes sociales, a los descontentos con los cogollos de lado y lado, en fin, a todo aquel que quiere un cambio real, a luchar, a presionar para que Venezuela ande por senderos de democracia, progreso y bienestar.

Nueva Alternativa Opositora
Caracas, 6 de diciembre de 2016









lunes, 21 de noviembre de 2016

El diálogo cancela el cambio y "olvida" aspiraciones de los venezolanos

Las rebajas en las exigencias fundamentales de la oposición venezolana sobre el revocatorio, sobre el derecho al voto, sobre el respeto a la Constitución y sobre la liberación de los presos y perseguidos políticos —además de las exigencias de los sectores populares de mejorar sus condiciones de vida de manera urgente, ponen al descubierto el carácter de las conclusiones en la negociación entre las cúpulas de la dictadura madurista y la representación de la MUD en un diálogo que cuenta con el auspicio de factores internacionales.

La cancelación de la aspiración mayoritaria de los venezolanos sobre una salida electoral en 2016 y la posposición del proceso de elecciones regionales que por ley correspondían realizarlas este año, ponen en evidencia la ruta que han escogido ambas representaciones en la negociación que adelantan, y que inevitablemente los coloca como obstáculos al cambio al que aspiran los venezolanos.

El acuerdo suscrito por las partes refuerza el planteamiento de la dictadura madurista sobre la “guerra económica” y el supuesto saboteo a la gestión de Maduro, y por ende esconde la razón de fondo que no es otra que la destrucción progresiva y constante de nuestras capacidades productivas, pues se ha preferido aumentar nuestra dependencia con las potencias industrializadas. Asistimos así a una indigna sumisión ante un régimen de mafias que solo busca mantenerse en el poder a como dé lugar, y que ha colocado a nuestro país como área en disputa entre los intereses foráneos de chinos, rusos y estadounidenses, a quienes poco importa acordarse con tal de seguir tasajeando el botín de riquezas que representa Venezuela.

Pero algo más queda en evidencia con este acuerdo: ninguna de las dos cúpulas que participan en ese diálogo apaciguador representa los intereses del pueblo trabajador, de los desposeídos, ni de la mayoría de la población, que conforman hoy más de 80 % que exigen la salida de Nicolás Maduro y de su dictadura de mafias y corruptelas del poder.

Hoy se afianza el planteamiento que desde un principio ha guiado a Bandera Roja en la acción: el protagonismo ciudadano y la presión popular organizada, de calle, junto a la consolidación de un poder de base a través de las asambleas ciudadanas, son garantía de que se dé el cambio urgente. Las experiencias recientes en torno de las manifestaciones del 1° de septiembre y del 26 de octubre, ponen en manos de las mayorías la decisión final; la suerte de los que luchan desde abajo para cambiar lo que los de arriba no quieren que sea cambiado.

Para Bandera Roja ha llegado el momento en que la gente debe asumir como suyo un cambio político, que debe estar orientado hacia la reconstrucción nacional, dirigido a conquistar una nueva democracia, una economía productiva y diversificada, una agroindustia soberana y una política petrolera que sirva de palanca para la inversión productiva y la satisfacción plena de las necesidades de la población. 

La gente se preguntará con toda razón: ¿y ahora qué hacer? Desde Bandera Roja planteamos la necesidad urgente e inmediata de construir una fuerza popular que desde las bases de la sociedad, de los gremios, de partidos políticos y movimientos y corrientes sociales, asuma como suyo el planteamiento de constituir una nueva dirección política que realmente sea vocera de las mayorías, que se disponga a salir sin ambages de la dictadura madurista, y que se dote de una estrategia realmente unitaria y democrática que dirija al pueblo hacia la victoria.

La violación de la Constitución, de leyes fundamentales de la República y de los criterios mínimos de convivencia democrática ha sido sistemática y obliga a la búsqueda de una Unidad Superior que disponga todos sus esfuerzos en la dirección de un cambio que garantice un futuro de paz, progreso y prosperidad para todos los venezolanos, y que rescate el ascenso social de la mano del desarrollo soberano, como centro inmediato de cualquier propuesta programática.

Bandera Roja, desde siempre, se ha decantado por los intereses de los obreros, de los trabajadores y campesinos y de todas las clases sojuzgadas y empobrecidas a las que se les ha arrebatado la posibilidad de crecer y avanzar. Hoy ha llegado la hora de luchar juntos por un cambio político inmediato. 2016 sigue siendo nuestra meta y la lucha de calle y la presión popular y unitaria, sigue siendo el instrumento fundamental de ese cambio. Venezuela quiere salvarse y ha llegado la hora de escoger, entre los pactos de los arriba, o las luchas junto a los de abajo. Venezolanos, vamos juntos a luchar, sin descanso, para salvar a Venezuela.


Por Bandera Roja
Gabriel Puerta, Secretario General
Carlos Hermoso, Secretario General Adjunto

El riesgo de estudiar y luchar, por Douglas Zabala

A los estudiantes en su día

A mí, que hasta una huelga de hambre por el pecho tengo, librada allá en San Cristóbal, con Enrique Ochoa Antich, Leví Alter, Alberto Urdaneta y un grupo de más de cincuenta estudiantes, en respuesta a una medida de expulsión colectiva, por parte del Ministro Héctor Hernández Carabaño, en los tiempos del primer gobierno de Rafael Caldera, donde el movimiento estudiantil batalló duro por sus derechos.

A mí, que siendo dirigente estudiantil de casi todas las Escuelas Técnicas del país, y que un buen día, saliendo de la ETI de Valencia, fui detenido, desaparecido y aparecido en el Campamento Anti Guerrillero TO5 de Yumare, donde fui enjuiciado por rebelión militar, siendo un imberbe estudiante. A mí no me pueden venir a hora con el cuento, que en este siglo XXI y con este “socialismo” en marcha, tenga que olvidar lo que nos sucedió a casi todos los dirigentes estudiantiles en el siglo XX.

Gustavo Machado, Pio Tamayo, Miguel Otero Silva, Joaquín Gabaldón Márquez, Prieto Figueroa, Antonio Arráiz, Guillermo Prince Lara, Rómulo Betancourt, Jóvito Villalba, Pedro Juliac, Ricardo Razetti, José Antonio Marturet, Inocente Palacios y Carlos Eduardo Frías, entre otros, también fueron jóvenes que sin formula de juicio y con fiscales complacientes, de un sablazo los mandaron a Palenque y al Castillo Libertador de Puerto Cabello, por haber "alterado el orden público" y participar en revueltas estudiantiles, aquellos carnavales de 1928, que resultaron la peor mueca del régimen despótico del General Juan Vicente Gómez.

Alí Primera, Kleber Ramírez, Julio Escalona, Jorge Rodríguez, Argelia Melet, Germán Lairet, Américo Martín, Héctor Pérez Marcano, Freddy Muñoz, Teodoro Petkoft, Juvencio Pulgar, Ali Rodríguez, Carlos Betancourt, María León y Fernando Soto Rojas, junto a otros chamos, dejaron sus pupitres y salieron a las calles a provocar disturbios estudiantiles, algunos contra la agonizante dictadura del General Marcos Pérez Jiménez, y otros contra el gobierno del ex dirigente estudiantil y ex perseguido político, Rómulo Betancourt.

Jorge Rodríguez, Juan Barreto, Saúl Ortega, Elías Mata, Julio Montes, Jacqueline Farías, William Barrientos, Idelfonso Finol, Tony Boza, Lenin Cardozo, Elías Jaua, Mari Pili Hernández, Frank D Armas, Euro González y los de reciente data, Héctor Rodríguez y Tarek El Aissami, asumieron ser militantes de las causas estudiantiles, que, con o sin capucha en mano, largaron el pellejo para demostrar sus verdades, pero ningún Fiscal les instruyó expediente alguno para que pasaran el resto de su juventud en cárceles tenebrosas como la Tumba.

Bassil Da Costa, Kluiberth Roa, Alejandro Márquez, Geraldine Moreno Orozco, Gisella Rubilar, José Gregorio Amaris Cantillo, Acner Isaac López Lyón y Arturo Alexis Martínez, han podido al pasar de los años, echar sus cuentos de juventud y haber sido influyentes ciudadanos en la Venezuela del futuro. Bien como diputados, ministros, escritores y hasta Presidentes de la República, pero jamás lo serán, porque ellos corrieron el riesgo de estudiar y luchar bajo el gobierno de Nicolás Maduro. Todos cayeron asesinados en las calles del país, cuando protestaban por sus ideales, tal como lo han hecho nuestros estudiantes, desde los tiempos de José Félix Rivas y sus seminaristas en la Batalla de La Victoria. Y ese es el punto.

Douglas Zabala