A continuación publicamos el interesante trabajo de A.G. Spirkin sobre el materialismo dialéctico y la lógica dialéctica.
El materialismo dialéctico es la ciencia que estudia las relaciones entre la conciencia y el mundo material objetivo, las leyes más generales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del conocimiento. La filosofía del marxismo se llama materialismo dialéctico porque constituye la unidad orgánica del materialismo y la dialéctica. Es materialista porque parte del reconocimiento de la materia como base única del mundo, considerando la conciencia como una propiedad de la material altamente organizada, como una función del cerebro, como un reflejo del mundo objetivo; es dialéctico porque reconoce la concatenación universal de los objetos y fenómenos del mundo, el movimiento y desarrollo de éste como resultado de contradicciones internas que actúan dentro de él.
El materialismo considera el ser social no sólo en forma de objeto que se opone al hombre, sino también subjetivamente, en forma de la actividad práctica histórico-concreta del hombre. Tal concepción de la práctica proporcionaba base científica a la teoría del conocimiento, a la cual el marxismo llegó desde el punto de vista histórico-social en vez del enfoque abstracto del materialismo contemplativo, que consideraba los vínculos entre los hombre como algo puramente natural.
La diferencia sustancial de la filosofía del marxismo respecto de todos los sistemas filosóficos anteriores consiste en que sus ideas penetran en la masa del pueblo trabajador, que es quien las lleva a la práctica; en cuanto a ella, se desarrolla justamente sobre la base de la práctica histórica de las masas populares. El mundo es modificado por la actividad práctica revolucionaria de las masas populares que han hecho suyas las ideas del marxismo.
“De la misma manera que la filosofía encuentra en el proletariado su arma material, el proletariado encuentra en la filosofía su arma espiritual…” (C. Marx y F. Engels)
Lenin profundizó la concepción de las categorías fundamentales de la dialéctica materialista: materia y formas de su movimiento, espacio y tiempo, causalidad, libertad y necesidad, posibilidad y realidad, forma y contenido, etc. Lenin impulsó la concepción de la ley de la unidad y lucha de los contrarios como ley fundamental el mundo objetivo y del conocimiento, como esencia y núcleo de la dialéctica, formulando proposiciones esenciales sobre las dos concepciones del desarrollo: desarrollo como disminución y aumento, como repetición y desarrollo como unidad de contrarios, de desdoblamiento de lo único en contrarios que se excluyen recíprocamente y se hallan en interacción.
Señaló que el conocimiento va del contenido vivo al pensamiento abstracto y de éste a la práctica; que la conciencia del hombre es activa, pues no se limita a reflejar el mundo, sino dentro de la práctica humana participa en su transformación revolucionaria. Formuló la teoría de la verdad objetiva, relativa y absoluta, y señaló su intervinculación dialéctica. El punto central en la doctrina de Lenin sobre la verdad lo ocupa el problema del carácter concreto de la misma. Indicó que “la esencia misma, el alma viva del marxismo es el análisis concreto de la situación concreta”.
El enfoque dialéctico del conocimiento es, ante todo, un enfoque histórico. En su elaboración de la teoría del conocimiento Lenin concedía la atención particular a la necesidad del enfoque histórico, al examen de las formas de pensar en unidad con su contenido, y en relación con ello formuló las proposiciones fundamentales de la unidad de la dialéctica, la lógica y la teoría del conocimiento, determinó los principios fundamentales de la lógica dialéctica y señaló las vías de investigación del problema de la sucesión histórica en la formación de las categorías del pensamiento. Lenin determinó la vía que debía seguirse: la historia de la filosofía, la historia de las distintas ciencias, la historia del desarrollo mental del niño, la historia del desarrollo mental de los animales, la historia del idioma, más la psicología y la fisiología de los órganos de los sentidos: tales son las regiones del saber de las que debe formarse la teoría del conocimiento y la dialéctica.
MATERIALISMO Y CONCIENCIA.
El materialismo dialéctico parte del reconocimiento de la prioridad de la materia y del carácter secundario de la conciencia y considera que el mundo es la materia en movimiento. La materia no puede ser creada ni destruida; es eterna e infinita. El mundo es la diversidad de formas de movimiento de la materia, infinitas en el espacio y en el tiempo.
Los datos de la ciencia moderna señalan que los procesos físicos, químicos, biológicos y sociales que tienen lugar en el mundo, no son algo encerrado en sí y singularizado. Todos ellos pueden transformarse recíprocamente, puesto que entre ellos existe una vinculación universal, concatenación e interacción.
Según el materialismo dialéctico, la conciencia es una función del cerebro, un reflejo del mundo objetivo. Eso significa que la conciencia viene determinada fuera de la actividad natural y social existente y operante en el cerebro. El proceso de toma de conciencia del mundo y la actividad psíquica surgen y se desarrollan en el proceso de interacción real del hombre con el mundo a través de sus relaciones sociales. Los objetos, sus propiedades y relaciones, al ser reflejadas en el cerebro, existen en él en forma de imágenes, idealmente. El cerebro no es el origen, sino el órgano de la conciencia, es decir, la parte del cuerpo humano en la que el objeto que actúa sobre ella se transforma y adquiere la forma ideal de su ser. Lo ideal no es una substancia particular ni un acompañante secundario de los procesos materiales que transcurren en la corteza del cerebro, sino un producto de la actividad del cerebro, la imagen subjetiva del mundo objetivo
El materialismo dialéctico es la ciencia que estudia las relaciones entre la conciencia y el mundo material objetivo, las leyes más generales del movimiento y desarrollo de la naturaleza, de la sociedad y del conocimiento. La filosofía del marxismo se llama materialismo dialéctico porque constituye la unidad orgánica del materialismo y la dialéctica. Es materialista porque parte del reconocimiento de la materia como base única del mundo, considerando la conciencia como una propiedad de la material altamente organizada, como una función del cerebro, como un reflejo del mundo objetivo; es dialéctico porque reconoce la concatenación universal de los objetos y fenómenos del mundo, el movimiento y desarrollo de éste como resultado de contradicciones internas que actúan dentro de él.
El materialismo considera el ser social no sólo en forma de objeto que se opone al hombre, sino también subjetivamente, en forma de la actividad práctica histórico-concreta del hombre. Tal concepción de la práctica proporcionaba base científica a la teoría del conocimiento, a la cual el marxismo llegó desde el punto de vista histórico-social en vez del enfoque abstracto del materialismo contemplativo, que consideraba los vínculos entre los hombre como algo puramente natural.
La diferencia sustancial de la filosofía del marxismo respecto de todos los sistemas filosóficos anteriores consiste en que sus ideas penetran en la masa del pueblo trabajador, que es quien las lleva a la práctica; en cuanto a ella, se desarrolla justamente sobre la base de la práctica histórica de las masas populares. El mundo es modificado por la actividad práctica revolucionaria de las masas populares que han hecho suyas las ideas del marxismo.
“De la misma manera que la filosofía encuentra en el proletariado su arma material, el proletariado encuentra en la filosofía su arma espiritual…” (C. Marx y F. Engels)
Lenin profundizó la concepción de las categorías fundamentales de la dialéctica materialista: materia y formas de su movimiento, espacio y tiempo, causalidad, libertad y necesidad, posibilidad y realidad, forma y contenido, etc. Lenin impulsó la concepción de la ley de la unidad y lucha de los contrarios como ley fundamental el mundo objetivo y del conocimiento, como esencia y núcleo de la dialéctica, formulando proposiciones esenciales sobre las dos concepciones del desarrollo: desarrollo como disminución y aumento, como repetición y desarrollo como unidad de contrarios, de desdoblamiento de lo único en contrarios que se excluyen recíprocamente y se hallan en interacción.
Señaló que el conocimiento va del contenido vivo al pensamiento abstracto y de éste a la práctica; que la conciencia del hombre es activa, pues no se limita a reflejar el mundo, sino dentro de la práctica humana participa en su transformación revolucionaria. Formuló la teoría de la verdad objetiva, relativa y absoluta, y señaló su intervinculación dialéctica. El punto central en la doctrina de Lenin sobre la verdad lo ocupa el problema del carácter concreto de la misma. Indicó que “la esencia misma, el alma viva del marxismo es el análisis concreto de la situación concreta”.
El enfoque dialéctico del conocimiento es, ante todo, un enfoque histórico. En su elaboración de la teoría del conocimiento Lenin concedía la atención particular a la necesidad del enfoque histórico, al examen de las formas de pensar en unidad con su contenido, y en relación con ello formuló las proposiciones fundamentales de la unidad de la dialéctica, la lógica y la teoría del conocimiento, determinó los principios fundamentales de la lógica dialéctica y señaló las vías de investigación del problema de la sucesión histórica en la formación de las categorías del pensamiento. Lenin determinó la vía que debía seguirse: la historia de la filosofía, la historia de las distintas ciencias, la historia del desarrollo mental del niño, la historia del desarrollo mental de los animales, la historia del idioma, más la psicología y la fisiología de los órganos de los sentidos: tales son las regiones del saber de las que debe formarse la teoría del conocimiento y la dialéctica.
MATERIALISMO Y CONCIENCIA.
El materialismo dialéctico parte del reconocimiento de la prioridad de la materia y del carácter secundario de la conciencia y considera que el mundo es la materia en movimiento. La materia no puede ser creada ni destruida; es eterna e infinita. El mundo es la diversidad de formas de movimiento de la materia, infinitas en el espacio y en el tiempo.
Los datos de la ciencia moderna señalan que los procesos físicos, químicos, biológicos y sociales que tienen lugar en el mundo, no son algo encerrado en sí y singularizado. Todos ellos pueden transformarse recíprocamente, puesto que entre ellos existe una vinculación universal, concatenación e interacción.
Según el materialismo dialéctico, la conciencia es una función del cerebro, un reflejo del mundo objetivo. Eso significa que la conciencia viene determinada fuera de la actividad natural y social existente y operante en el cerebro. El proceso de toma de conciencia del mundo y la actividad psíquica surgen y se desarrollan en el proceso de interacción real del hombre con el mundo a través de sus relaciones sociales. Los objetos, sus propiedades y relaciones, al ser reflejadas en el cerebro, existen en él en forma de imágenes, idealmente. El cerebro no es el origen, sino el órgano de la conciencia, es decir, la parte del cuerpo humano en la que el objeto que actúa sobre ella se transforma y adquiere la forma ideal de su ser. Lo ideal no es una substancia particular ni un acompañante secundario de los procesos materiales que transcurren en la corteza del cerebro, sino un producto de la actividad del cerebro, la imagen subjetiva del mundo objetivo
DIALÉCTICA DEL PROCESO DEL CONOCIMIENTO.
El materialismo dialéctico parte del hecho de que el conocimiento es un reflejo del mundo en la conciencia del hombre, inseparable del cambio del objeto de conocimiento en el curso de la práctica social. La práctica es base de la formación y desarrollo del conocimiento en todos sus grados, fuente del saber, estímulo fundamental y meta del conocimiento, esfera de aplicación del conocimiento, criterio de la verdad de los resultados del proceso de conocimiento y “determinante de los vínculos del objeto con aquello que el hombre necesita” (Lenin). La actividad práctica del hombre se halla unida obligatoriamente a la actividad cognoscitiva.
El proceso de conocimiento comienza con la sensación y la percepción. El paso del conocimiento sensorial al pensamiento lógico es un salto del conocimiento de lo individual, casual y exterior, al conocimiento generalizado de lo sustancial y sometido a leyes, de las formas tangibles del reflejo a aquellas formas que se hallan desprovistas de la “sustancia de sensoriedad”.
Lenin escribía que “cualquier verdad se la hace…, si se la exagera, si se le aplica más allá de los límites que es dable hacerlo, puede ser llevada al absurdo, y en las condiciones indicadas, se transforma inevitablemente en absurdo”
LA DIALÉCTICA COMO LÓGICA Y COMO TEORÍA DEL CONOCIMIENTO.
La lógica dialéctica no es otra cosa sino la historia y el proceso del conocimiento en su elaboración lógica. Junto a la lógica dialéctica existe la lógica formal, la cual estudia las leyes de relación entre las premisas y las conclusiones y las leyes de la demostración. El materialismo dialéctico se apoya en el análisis de las categorías en los principios de la teoría marxista-leninista del reflejo y de la dialéctica. El estudio y la exposición de las categorías y leyes del materialismo dialéctico debe partir de la unidad de los métodos lógicos e históricos, lo cual a su vez, expresa la lógica objetiva de las relaciones de las cosas y su desarrollo, el desenvolvimiento en relación con la complicación de sus relaciones, ya que, según Marx, “la marcha del pensamiento abstracto, que asciende de lo más simple a lo complejo, corresponde al proceso histórico real”.
En la base del sistema de la dialéctica materialista que se desenvuelve históricamente, debe ser colocada una categoría que no necesite de premisa alguna y que ella misma constituya la premisa de partida para la investigación de las categorías restantes. Así es la categoría de materia. A ella le siguen las formas fundamentales de existencia de la materia: MOVIMIENTO, ESPACIO Y TIEMPO. Los diversos estados de la materia se conocen sólo a través del movimiento.
La CALIDAD es el rasgo específico del objeto dado, su peculiaridad, lo que le diferencia de los otros objetos. El proceso de conocimiento se realiza de tal modo que la conciencia de la calidad antecede al conocimiento de la CANTIDAD. Al mismo tiempo que descubre la determinación cualitativa y cuantitativa de las cosas, el hombre establece su DIFERENCIA y su IDENTIDAD, que son uno de los escalones elementales del conocimiento.
Todos los objetos poseen aspectos exteriores que se alcanzan directamente con la sensación y la percepción, y aspectos internos, el conocimiento de los cuales se alcanza por vía mediata, mediante el pensamiento abstracto. Esta diferencia de los grados de conocimiento se expresa en las categorías de lo EXTERIOR y lo INTERNO.
Sin una noción elemental de los nexos causales es imposible la actividad práctica del hombre encaminada a un fin. En el proceso ulterior de desarrollo del pensamiento el hombre empezó a comprender que la causa no se limita a generar la acción, sino que la supone en calidad de acción contraria. Al diferenciarse, la causa y el efecto no son dos formas distintas e independientes de existencia. Toda acción es INTERACCIÓN.
El conocimiento profundo de los vínculos objetivos y de la interacción de las cosas es resultado de un largo desarrollo de la práctica social y del pensamiento; los vínculos más simples de las cosas fueron objeto del reflejo en la conciencia humana ya en la primeras fases de su desarrollo ya que son el conocimiento sería imposible la actividad productiva. La interacción de los objetos entre sí y de los distintos aspectos o momentos dentro del objeto, que se expresa en la contradicción, en la lucha de contrarios, es la causa universal, residente en la naturaleza de las cosas, de su cambio y desarrollo, los cuales transcurren no a consecuencia de un impulso de fuera como acción unilateral, sino en virtud de la interacción y de la CONTRADICCIÓN.
La interacción práctica de los hombres con un gran número de cosas semejantes y diversas llevó a descubrir los signos individuales, particulares y generales de las mismas; estos sirvió de base para la elaboración de las categorías de la INDIVIDUAL, LO PARTICULAR Y LO GENERAL.
Ahora, la REALIDAD es resultado del proceso de desarrollo de los objetos y procesos de la naturaleza y de la vida social, el grado concreto de desarrollo de los fenómenos, resultado de la aparición del ser presente a partir de la posibilidad real. La posibilidad es el ser potencial, interno, del objeto que se revela. La realidad es más rica que la posibilidad, puesto que esta última no es sino uno de los momentos de la realidad.
Las leyes universales fueron descubiertas por la generalización de las leyes de orden parcial. Las leyes más generales de la dialéctica materialista son:
PASO DE LOS CAMBIOS CUALITATIVOS A CUANTITATIVOS, UNIDAD Y LUCHA DE CONTRARIOS Y NEGACIÓN DE LA NEGACIÓN.
La ley del paso de los cambios cuantitativos a cualitativos muestra el modo cómo se realiza la aparición de lo nuevo. Pero no revela toda la esencia del proceso de desarrollo, no nos dice qué es la fuerza motriz, la fuente del desarrollo. La fuerza motriz del desarrollo viene expresada por la ley de la unidad y la lucha de contrarios.
Según esta ley, los objetos y fenómenos del mundo objetivo, en el proceso de su desarrollo –que se desprende de la interacción y contradicción entre los distintos objetos y fenómenos y de los distintos aspectos dentro de los objetos y fenómenos y de los distintos aspectos dentro de los objetos y fenómenos-, pasan del estado de diferencia no advertida y no esencial de los aspectos que integran el fenómeno dado a las diferencias esenciales de los aspectos del todo y a los contrarios, los cuales se manifiestan entre sí en contradicción, en lucha, que es la fuente interna de desarrollo de dicho fenómeno.
Cualquier desarrollo es un proceso dirigido de manera determinada.
Este aspecto del desarrollo viene expresado por la ley de la negación de la negación. Cada fenómeno es relativo y, en virtud de su naturaleza finita, pasa a otro fenómeno, el cual, en determinadas condiciones, puede convertirse en el contrario del primero y negarlo. La negación es no sólo la negación de lo viejo, sino la afirmación de lo nuevo. Como resultado de esta creciente negación de la negación se obtiene el movimiento del objeto de lo simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior, con elementos de repetición de etapas pasadas, de retrocesos temporales, etc.
Cada momento de desarrollo, por mucho que se diferencie del anterior, procede de él, es resultado de desarrollo, por lo cual lo incluye y conserva en sí en un aspecto transformado. De ahí se desprende una importante exigencia al conocimiento científico, que se manifiesta en calidad de método:
EL CONOCIMIENTO HISTÓRICO ÚNICAMENTE PUEDE SER FECUNDO CUANDO CADA MOMENTO DEL DESARROLLO HISTÓRICO ES CONSIDERADO COMO RESULTADO DEL MOMENTO PRECEDENTE Y EN RELACIÓN ORGÁNICA CON ÉL.
El materialismo dialéctico proporciona a los investigadores el único método científico de pensar, el método de conocimiento adecuado a las leyes del mundo objetivo. En cuanto al materialismo dialéctico, trata de las leyes más generales del movimiento y desarrollo del ser y del pensamiento, el conocimiento de las leyes universales a su vez, sirve de base y guía para el estudio de las leyes específicas.
Cada ciencia se basa en los resultados del conocimiento de las leyes universales del desarrollo como principio metodológico. El único método científico para el conocimiento y transformación de la realidad es la dialéctica materialista…”ya que es la única que nos brinda la analogía y, por tanto, el método para explicar los procesos de desarrollo de la naturaleza, para comprender, en sus rasgos generales, sus nexos y el tránsito de uno a otro campo de investigación” (Dialéctica de la Naturaleza)
La tesis del materialismo dialéctico de que la materia es lo primario y la conciencia lo secundario, se diferencia del materialismo anterior al marxismo en que se incluye el reconocimiento del carácter primario del ser social y del carácter secundario de la conciencia social. Por ser social el marxismo entiende el proceso real de la vida de los hombres, el trabajo, el proceso de producción de los bienes materiales, las relaciones que se establecen entre los hombres en el proceso de producción, etc. Por conciencia social entiende las concepciones políticas, filosóficas, jurídicas y artísticas, la moral, la ciencia y la religión.
A.G.SPIRKIN
MATERIALISMO DIALÉCTICO Y LÓGICA DIALÉCTICA
Clásicos del Marxismo
Editorial Grijalbo
158 páginas.
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