Rosa Icela Pérez vive en el exilio por las amenazas de muerte recibidas por sus artículos sobre Ciudad Juárez. (JORGE PARÍS)
•Recibió amenazas de muerte tras siete años investigando crímenes de mujeres.
•"México es un estado fallido, porque la corrupción afecta a todos los niveles".
•El 77% de los asesinatos de mujeres en áreas de Latinoamérica quedan impunes.
•A. LARRAÑETA 16.02.2011 - 11.38h
•@alarraneta
Rosa Icela Pérez, 38 años, es una periodista mexicana que ejercía en uno de los lugares más peligrosos del mundo, Ciudad Juárez. Estuvo siete años denunciando la impunidad de los asesinatos de mujeres conocidos como feminicidios y empezó a recibir serias amenazas de muerte. Desde hace año y medio vive exiliada en Madrid.
¿Cómo son las amenazas a una periodista?
Estuve cubriendo los feminicidios y las desapariciones durante casi siete años. En ese periodo empecé a recibir amenazas. Había gente esperándome fuera del periódico y alguna vez me persiguieron. Después ya fue más fuerte, empezaron a enviar mensajes por Internet, identificándose como los asesinos de los crímenes que yo investigaba. En todo ese periodo, el periódico había mantenido un conflicto con el Gobierno local. Pero, cambió la administración y hubo un acercamiento con el diario. La linea editorial cambió y no me dejaban escribir de feminicidios. Me presionaron para que me fuera y me despidieron. Pasó un tiempo y en el 2009 me solicitaron que presentara testimonio en la corte y entonces comenzaron las amenazas de nuevo.
¿Supo alguna vez de dónde venían las amenazas?
Me amenazaron los asesinos de las mujeres cuyos crímenes investigué
En una ocasión sí supe que la persona que me esperaba fuera del períódico era un trabajador de la Fiscalía. Primero dije, se parece, porque iba con gafas grandes, y a mi me pareció conocido. Además, los guardaespaldas de los fiscales y de los procuradores me impedían hacer mi trabajo. Cuando volvieron a llegar las amenazas, una organización nos ayudó a salir de Ciudad Juárez, la corte judicial dictó medidas provisionales de protección para mi familia, pero el Gobierno se negó a cumplirlas. Fue entonces cuando decidimos salir del país.
Tuvo que dejarlo todo... su familia, su casa, sus amigos...
Mira no es fácil. Y además los dos somos periodistas, mi marido también lo es, pero ahora la situación aquí en España es terrible. No solamente nos enfrentamos a que estamos en un país extranjero, sino que además no podemos abrirnos paso... ni en la profesión ni en otro empleo no cualificado, porque al ver nuestro currículum directamente no nos cogen. Piensan, estos en cuanto encuentren un trabajo mejor se marchan.
¿Qué está pasando en su ciudad, Ciudad Juárez? Hoy mismo ha salido la noticia de tres nuevas muertas a balazos en su domicilio.
Es que todos los días, todos los días pasa. Mira esta guerra que emprendió el presidente Calderón contra el narcotrafico no es tal. Es una guerra falsa, es una guerra de venganzas entre grupos entre mafias, entre grupos políticos, económicos. Hay un desastre. Llegó la Policía Federal, llegó el Ejército y de todas maneras la violencia no solamente persiste sino que se ha incrementado, y contra las mujeres también. Lo terrible es que quiénes exigen justicia también se les asesina y nadie, absolutamente nadie responde ante eso. Si el Gobierno cumpliera tendría que demostrar voluntad, capacidad y recursos para atacar el problema. Mientras tanto, las cosas siguen empeorando.
¿Cree que hay feminicidios en Ciudad Juárez, asesinatos de mujeres por el hecho de ser mujer? ¿O simplemente como es una ciudad violenta también mueren ellas?
Los feminicidios son crímenes de mujeres pobres
Sí existe un patrón de violencia contra las mujeres sólo por el hecho de ser mujeres y pobres. O sea, los feminicidios están enfocados hacia las mujeres muy humildes, aquellas que no tienen ningún respaldo político, que nadie las va a defender y que por eso las secuestran, las torturan y luego las asesinan y las tiran. Nadie responde por estos crímenes.
¿Quién está detras de estos crímenes?
No sé. Mira, yo creo que no podría decir son éste y éste. Son muchos asesinos por la impunidad que existe. Creo que hay casos muy concretos en los que probablemente, como decían algunos criminólogos, sean resultado de un grupo organizado, con poder, con protección. Como el caso de 'campo algodonero': eran ocho mujeres, ocho. Alguien que tenga recursos para tenerlas secuestradas, para alimentarlas, torturarlas y luego ir a tirarlas no es cualquier persona. Pero también hay muchos que ante tanta impunidad piensan que cualquiera puede hacerlo, total sabe que no va a pasar nada.
¿Está fallando México como Estado?
Se necesita solidaridad internacional. Se está matando a las mujeres que exigen que haya justicia
Yo creo que México va camino a un estado fallido, si no es que ya lo es. Creo que la corrupción que hay en todos los niveles, en todos los órdenes, ha alimentado esta situación. Yo no creo que, por ejemplo, se esté combatiendo el crimen organizado. Para nada, se está peleando para colocar a algunos grupos y eliminar a otros. Mira, en Juárez cruza droga a EE UU y luego entran armas a México, ahí hay un intercambio y mucha corrupción.
México es uno de los peores lugares del mundo, según las organizaciones de DD HH, para ser mujer y periodista. ¿Quieren silenciarles?
Sí, en este momento sí. Y es muy triste. Ocurre por la corrupción, por todas las mafias en las que hay involucrados funcionarios de todos los niveles.
¿Es posible seguir denunciando los feminicidios desde el exilio?
Hasta ahora lo que hemos intentado es estabilizarnos primero. Nos han invitado a varias charlas y creo que eso es nuestra manera de contribuir. Pero incluso desde aquí hay temor.
¿Qué podría hacer España para combatir la altísima impunidad?
España tiene una muy buena relación diplomática y económica con México. Eso desde hace muchísimo tiempo. Podría hacerle ver al Gobierno mexicano que le falta voluntad para enfrentar esta situación, pero eso tal vez no sea tan sencillo. Creo que es necesario que haya solidaridad internacional, porque internamente las mujeres ya agotaron las instancias e incluso las están matando ahora a las que exigen justicia. Si no hay una solidaridad de otros países, la situación va a ser peor.
¿Se arrepiente de haber empezado esta batalla al feminicidio?
No. Me despidieron y podrán acusarme de no ser buena periodista, de no escribir bien, pero nunca de haber dicho mentiras.-
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