lunes, 14 de octubre de 2024

Aranceles y cobro de propedéuticos ilegales, el camino a la privatización, por el Dr. Carlos Hermoso.


Que vivan los estudiantes

Que marchan sobre las ruinas

Con las banderas en alto

Va toda la estudiantina.


Esta estrofa de un célebre poema de Violeta Parra luce una remembranza de tiempos cuando el movimiento estudiantil era una fuerza autónoma, auxiliar del movimiento obrero. Y luchaba por sus derechos a rabiar. Destacaba la exigencia de la gratuidad de la enseñanza.

Luce inexorable la privatización de las universidades, por lo menos de la UCV, dadas las medidas que vienen tomando los decanos y el vicerrectorado administrativo. Como alertamos durante las pasadas elecciones ucevistas, en las propuestas programáticas al rectorado y a los decanatos, había coincidencia en eso de los ingresos propios para atender la crisis presupuestaria. Pocas excepciones hubo de candidatos que planteaban el respeto a la gratuidad y ninguna en cuanto a la lucha contra el gobierno para hacer cumplir el financiamiento de las universidades, como dice la Ley de Universidades.

Se asumió como una especie de principio que debían garantizarse ingresos propios para cumplir con el funcionamiento. Esto ya es un hecho.

Aun sin hacer cálculos, el cobro a los estudiantes se instaló para solventar parte del déficit presupuestario de las facultades. Pero lo más grosero es el cobro por unos cursos de nivelación o propedéuticos. En el caso de Ingeniería, se inscriben alrededor de 300 estudiantes y les cobran 45 dólares. En Medicina la cosa es mayor, $150 para el tal propedéutico. En Derecho $20.

Eso de los propedéuticos nos resulta un invento para quitarle unos cuantos dólares a unos estudiantes incautos, deseosos de ingresar a la universidad. Cursar el propedéutico no te da derecho al ingreso, pero sí garantiza ingresos a las facultades. El estudiante debe aprobar el curso. De tal manera que, supongamos que hay 30 cupos, se inscriben 300, 270 quedan fuera, pero pagaron el curso. De allí que hay una gran capacidad de maniobra. Ley de la oferta y la demanda. En Medicina debe ser más caro, pues tiene más demanda.

El cobro de aranceles es otro mecanismo para incrementar los ingresos de los decanos. Todos ilegales. Es así como se han incrementado las tarifas a los estudiantes, sin tomar en cuenta la circunstancia que vive la familia venezolana.

También la dirección de deportes hace lo suyo. Se alquilan canchas y hasta la piscina. No tenemos claridad respecto a la protesta del equipo de polo acuático, pero nos luce justa, en principio, más cuando se limita el uso de un espacio vital para ese deporte. Parece que cobran, además, por la práctica de los deportes.

En buena medida estos asuntos son ilegales e ilegítimos, porque la recaudación debe ser autorizada por el rector. Que sepamos, esto no es así. Al menos lo referido a los tales cursos propedéuticos. Lo de Deportes, suponemos, es algo que compromete al rector.

Cada decanato determina este tipo de inventos para arrancar a los estudiantes unos cuantos dólares. Pasando por encima del artículo 36 de la Ley de Universidades, que establece que, entre las atribuciones del rector está:

“8. Autorizar la recaudación de los ingresos y de los pagos que deba hacer la Universidad, previo cumplimiento de los requisitos que señalen la presente ley y los reglamentos”.

De igual manera, entre las atribuciones del Consejo Universitario, contempladas en el artículo 26, se establece: “7. Fijar el arancel para determinados cursos especiales y de post-grado”.

Violan de manera clara el principio constitucional y la ley mencionada que establece: “Artículo 11. En las universidades nacionales los estudios ordinarios son gratuitos; sin embargo, los alumnos que deban repetir el curso total o parcialmente por haber sido aplazados, pagarán el arancel que establezca el Reglamento”.

En definitiva, se instalaron mecanismos ilegales para incrementar ingresos. Con el agravante de que no se rinden cuentas al respecto. Es una ideología y una política que se escudan en el incumplimiento del gobierno de financiar la educación universitaria. Sin embargo, esta circunstancia, que es real, se convierte en una excusa, ya que su idea es que las universidades deben ser pagas aunque aceptan su condición de que sean públicas. más o menos los mismos principios que imperaban en Colombia.

Se trata de una ofensiva desbocada de los decanos, quienes en el núcleo antes indicado afianzan la feudalización de la universidad. Se pasa a la torera la autoridad que supone el rector, la cuarteta rectoral y el Consejo Universitario. Quienes, por cierto, no se han pronunciado al respecto. Se pueden estar haciendo de la vista gorda, en virtud de que en cierta medida comparten esa política.

Es tan dable esta orientación, que quienes defienden la gratuidad son vistos como gente atrasada. Lo moderno, sin dudas, es andar en la onda liberal de la privatización. Le hacen el juego al gobierno que presiona y ha creado condiciones para que casi todo esté privatizado y corrompido. Las policías viven de la matraca y el soborno. Muchos funcionarios públicos se hacen de ingresos superlativos mediante el cobro de servicios que deberían ser gratuitos. Las bombas de gasolina, literalmente, son minas de oro negro. Las oficinas públicas son centros de corrupción que permiten que los funcionarios se hagan de ingresos muy por encima de lo que devengan, que indiscutiblemente es una miseria. Son mecanismos de ingresos corruptos legitimado por el gobierno, dados los bajos ingresos. La universidad no podía quedar atrás. Los decanos, la vanguardia de esta política.

Hay opinadores y candidatos que indican que no es atractivo eso de luchar contra la privatización, porque los estudiantes están de acuerdo con eso. Que eso no da votos. Lo que da votos es levantar la bandera de la privatización. Que la mayoría de dirigentes está en esta idea.

Lo que indica que se hace urgente educar a los educandos en la civilidad republicana consagrada en la Constitución, con todo y que es letra muerta. Pero la concienciación puede convertirse en la fuerza para frenar esta perspectiva. La educación pública, gratuita y obligatoria es un derecho establecido en Venezuela el 27 de junio de 1870, cuando el entonces presidente, Antonio Guzmán Blanco, lo establece mediante decreto. Lo que supone una anticipación en la materia en comparación con buena parte de los países más avanzados del mundo, siendo el tercer país de América Latina en asumir este principio de la gratuidad y obligatoriedad de la educación pública, detrás de Argentina y México.

El rector, la cuarteta rectoral y el Consejo Universitario han perdido la autoridad frente a los decanos. Un tal núcleo de decanos, no contemplado en la Ley de Universidades vigente, decide por encima de la ley, del rector y del CU. Cuentan con tal fuerza en las actuales condiciones que se imponen, sobre todo en materia de ingresos propios, violando flagrantemente la Constitución y la Ley de Universidades.

Por su parte, la dirección gremial estudiantil y profesoral parece que no les afectará, pues no hacen nada al respecto. Tratándose de una política ilegal que atenta contra la gratuidad, son asuntos que deberían ser materia de debate en toda la universidad. Los estudiantes no deben ser quienes sufraguen para cubrir el déficit. Deben defender el derecho a la educación gratuita y de calidad. Exigirle y luchar contra el gobierno para que cumpla con lo contemplado en la Constitución, la Ley Orgánica de Educación y la Ley de Universidades vigente, aunque sean abiertamente pisoteadas.


Carlos Hermoso

Universidad Central de Venezuela

15 de octubre 2024

martes, 8 de octubre de 2024

Chamos presos políticos no podrán terminar bachillerato ni entrar a la universidad



Por Jesús Noel Hermoso F. (X: @Jesus_Hermoso)

Si algo puede establecer frontera para reconocer que la maldad ha transgredido lo “aceptable”, es cuando se aplica sobre el cuerpo y/o la vida de un niño. El maltrato a la niñez es la vileza más abyecta e injustificable que pueda haber. Trasciende la maldad y nos parte en dos el corazón. 

Lo conocido sobre las torturas contra adolescentes y jóvenes encarcelados y convertidos en presos políticos tras las protestas populares del 28 al 30 de julio, luego de la no publicación de resultados oficiales, es realmente sórdido. Chamos con pulsiones suicidas, afectaciones neurológicas posiblemente irreparables, pérdida de dentadura, de salud en general, de peso y otras indecibles torturas -aplicadas o permitidas por el Gobierno-, ha trascendido todo parámetro que tengamos sobre la maldad.

Y a estos actos de crueldad, aplicados a los más de 200 adolescentes secuestrados y a centenares de jóvenes más, muchos incluso sin ninguna relación real con las protestas, se le suma una nueva e irreparable villanía: la supresión de su derecho a la Educación. De acuerdo con Foro Penal, 68 adolescentes siguen encarcelados como adultos.

En cada salón faltará un alumno

El inicio del año escolar trae consigo una nueva pena para los docentes, además de estar en más del 50% del gremio por debajo de la línea de miseria, como detalla el Observatorio de DDHH de la ULA. Quienes han impartido educación en los años precedentes a estos adolescentes y jóvenes encarcelados, los embargará el dolor de no poder ayudarlos a continuar su educación y avanzar en alguna profesión.

En días recientes se realizaba un encuentro de los maestros del Movimiento de Educadores Simón Rodríguez (MESR) en Caracas y entre los asuntos que debatieron estaba el punto de los chamos encarcelados. Tristeza e impotencia daba la narración de los horrores que han vivido. Y la conclusión fue sin duda la de divulgar cada violación de derechos y hacerse eco de sus penurias. Incluso a costa del riesgo propio. Para que la sociedad venezolana y el mundo todo conozcan la verdad.

Raquel Figueroa, maestra jubilada y fundadora del MESR me explicaba luego del evento que, a propósito del inicio del año escolar 2024-2025, “la mayoría de estos chamos y chamas acaban de salir o están en su último año de graduación. A muchos les toca entrar a la Universidad o graduarse. No podrán. Ser presos políticos les va a impedir continuar su educación, establecida en la Constitución nacional como obligatoria”.

Figueroa recuerda que “entre los tres derechos elementales que atiende el Sistema de Protección de NNA venezolano, está el derecho a la Educación, dada la importancia que tiene para la infancia y adolescencia. Es parte fundamental de los avances en materia de protección a los NNA y ha sido vulnerado. Ni hablar del de Integridad Personal y el Derecho a la Vida Digna, evidentemente pisoteados por la prisión”.

Y es que estos jovencitos ni siquiera entienden claramente los delitos que les imputan. “Mamá, ¿qué significa fascista?, preguntaba hace poco un chamo de 16 años. Este chamo es un prospecto beisbolista y fue detenido la noche del 30 de julio en una cancha de la urbanización La Isabelica, en Valencia.

¿Graduarse encarcelados?

Pedro García, docente miembro del MESR y dirigente de los maestros jubilados de Caracas me explicó, luego del evento, que el artículo 103 de la Constitución nacional garantiza la educación pública, gratuita y obligatoria, para todos los niveles básicos de la educación pero, además, tiene en su redacción una exigencia que “debemos hacer valer”.

En ese mismo artículo se dice que: “La ley garantizará igual atención a las personas con necesidades especiales o con discapacidad y a quienes se encuentren privados o privadas de su libertad o carezcan de condiciones básicas para su incorporación y permanencia en el sistema educativo”. 

Esta debe ser una demanda que familiares, amigos y en particular los docentes del país deben hacer al Gobierno y a las organizaciones nacionales e internacionales que atienden esta población etaria, a las organizaciones ocupadas de la niñez, la adolescencia y la juventud en general.

Difícilmente permitirán la prosecución académica de estos chamos, pero hay que exigirla. Además de la Constitución, transgreden la Lopnna, que establece en su artículo 53 que: “Todos los niños, niñas y adolescentes tienen el derecho a la educación gratuita y obligatoria, garantizándoles las oportunidades y las condiciones para que tal derecho se cumpla, cercano a su residencia, aun cuando estén cumpliendo medida socioeducativa en el Sistema Penal de Responsabilidad del Adolescente”. 

Aporofobia y pedofobia, política de Estado 

El encarcelamiento de estos chamos no solo se limita a la violación de sus derechos, una pedofobia velada, sino que dispara directo al corazón de la sociedad venezolana, afectando los derechos socioeducativos de cientos de adolescentes. Es, en sí, un acto inocultable de extrema maldad. 

Pero ocurre que son, en el 100% de los casos, chamos de escasos recursos. A la pedofobia se le suma la aporofobia manifiesta de una boliburguesía encumbrada sobre una escalera de maldad, que los ha sometido previamente y durante su corta vida, a condiciones indignas de existencia y de crecimiento. 

¿Qué docente venezolano no sentirá en cada liceo de la República la ausencia de chamos y chamas que estaban por graduarse, y que los están privando de por vida y por adelantado del derecho a continuar su educación, así sea precariamente?

Toda la violencia que puede aplicar un Estado todopoderoso, se está aplicando sobre el débil. Principalmente sobre nuestra descendencia. Esto no puede merecer perdón. Mucho menos cuando es aplicada por el injustificable deseo de mantener una mentira, a costa de la humanidad de los más inocentes y los más necesitados.