La dirigencia de los partidos de izquierda de La Causa R, Bandera Roja, MAS, Podemos y Patria Para Todos han decidido constituir un Bloque Progresista para hacerle frente a las políticas del Gobierno nacional e impulsar un proyecto unitario de carácter patriótico, popular y democrático que promueva la reconciliación nacional, la recomposición democrática del país y la paz.
Así lo anunció la mañana de este martes Mauro Carrero, secretario general de Bandera Roja, desde la sede del partido Patria Para Todos (PPT) en el estado Zulia, acompañado por Ada Méndez, secretario general de la Causa R; Gerardo Andrade, presidente del Movimiento al Socialismo (MAS); Saúl Castellanos, secretario general de Podemos; Golfredo Dávila, secretario general de Vanguardia Popular entre otros dirigentes de la izquierda en el Zulia.
“La decisión la tomamos en virtud de la gravedad de los problemas del país, de la urgencia de asumir con fuerza la defensa de la Constitución Nacional y la soberanía, así como por la necesidad de articular a los sectores progresistas y democráticos de izquierda para ir al encuentro de las mayorías que anhelan cambiar y transformar la realidad existente”, dijo Carrero.
Habló de las líneas maestras que propone el Bloque Progresista. Entre ellas se encuentran: garantizar los derechos políticos, económicos, sociales y civiles, garantizar las libertades democráticas, proponer un Plan de Desarrollo nacional en armonía con la naturaleza, construir por un Estado descentralizado, reformar las leyes que violentan la constitución y trabajar por los derechos de los pueblos originarios como por el derecho de las mujeres a ser respetadas y enaltecidas.
Por su parte, Frank de Armas, dirigente del PPT, descartó que el Bloque Progresista surja como una tercera vía para desplazar a la Mesa de la Unidad Democrática de la oposición o como alternativa al Polo Patriótico propuesto por el presidente de la República, Hugo Chávez.
Denunciamos el papel del Consejo de Seguridad, una vez más la ONU actúa como instrumento de legitimación de las políticas imperialistas, aprobando la adopción de medidas que supondrán un verdadero genocidio del pueblo libio. Igual que ocurrió en la antigua Yugoslavia, en Irak o en Afganistán, los peones de las potencias imperialistas se escudan, previa una campaña brutal de intoxicación informativa, en supuestas “misiones humanitarias” para proceder a la invasión de países y eliminación de gobiernos que, por diversas circunstancias consideran molestos, incluso, como es el caso de Libia, habiendo sido éste hasta hace bien poco aliado imprescindible del imperialismo europeo y sus multinacionales en la zona.
