El 11 de Abril de 2002, la traición al pueblo

martes, 17 de febrero de 2015

Jueves negro, por Víctor Partidas


El pasado viernes 13 de febrero el pueblo trabajador venezolano amaneció víctima de un severo golpe del régimen. Con su absoluta hegemonía comunicacional el gobierno madurista ha difundido con escándalo, una vez más, la desgastada polémica de la conspiración militar, que suele usar como bomba de humo en cada paso que da, adelantando medidas que van directamente a golpear las condiciones de vida de la gran mayoría del pueblo venezolano. Falsa o cierta la noticia del golpe militar, no tuvo la suficiente fuerza para distraer la atención de la opinión pública sobre el innegable hecho de la megadevaluación del bolívar concretada ese fatídico día de febrero.
Esta noticia ocupó la tertulia en barrios, calles, centros de trabajo, metro y busetas de transporte público. Adicional está el incremento ordenado por el gobierno del precio del pasaje urbano. La escalada de precios seguirá pulverizando la capacidad de compra del salario. Estas medidas del gobierno madurista son en esencia a favor del gran capital y sus consecuencias en la vida real del pueblo prueban la naturaleza de los intereses a los cuales responde el régimen. Durante 15 años se ha escuchado el sermón esperanzador para los pobres, mientras la terca realidad se impone llevando a la miseria a grandes contingentes de la población. Lo que se ejecuta como plan anticrisis son postulados conocidos de recetas neoliberales: principalmente sostener la capacidad de pago de una gigantesca deuda externa y el aseguramiento de recursos para la subsistencia precaria de millones de venezolanos. En este rumbo no existe ninguna posibilidad de desarrollo nacional, ni tampoco la perspectiva de mejor calidad de vida para los trabajadores. Por el contrario, las nefastas consecuencias de la errática política económica superan los negros presagios anunciados por diversas estudiosos y académicos. Los salarios quedan reducidos a magros emolumentos, los otrora beneficios plasmados en los contratos colectivos se diluyen y en alto porcentaje se burlan impunemente.
Sin embargo, según su libreto absurdo, el gobierno no es responsable de nada. El gobierno invierte inmensos recursos en una perversa campana mediática para esquivar su responsabilidad y persuadir al pueblo de ser culpable del desastre con descaradas mentiras. La situación impone un altísimo reto a la dirigencia del movimiento obrero-sindical venezolano. No hay tiempo ni espacio para tibiezas. Los trabajadores o nos levantamos para enfrentar decididamente esta ofensiva o la cúpula gubernamental nos burla y nos somete a la miseria, para quedar bien con la oligarquía financiera que —ahora dominada por los chinos— no deja de ser voraz e implacable en su afán de acumulación y dominación de los pueblos del mundo. Justamente porque el poderío económico y financiero chino es el resultado de la explotación a grados de esclavitud de millones de obreros asiáticos; igual plan ordenan imponer a los países que como Venezuela han sido rendidos a tal poderío, por la actual cúpula gobernante.
Maduro es incapaz de resolver el inmenso y complejo desastre a que el régimen despótico ha conducido al país en estos quince años de administración irresponsable, corrupta, mafiosa y antinacional. No puede y debe irse. La Unión de Trabajadores Revolucionarios (UTR) convoca a todos los trabajadores del país a la unidad y a la organización. La dirigencia auténtica del movimiento obrero y sindical tiene la responsabilidad histórica de salir al frente sin vacilaciones. Es necesaria la articulación de las luchas y la acción de protesta. Alertas por la atmosfera de terror que desde los órganos del Estado se practica para silenciar los justos reclamos; prevenidos ante la práctica parapolicial de los “sapos cooperantes” que deriva en sicariato criminal o encarcelamiento, queriendo con esto paralizar al movimiento y resignarlo en silencio a un destino miserable.
La UTR convoca a la dirigencia obrera de todos los sectores y niveles a promover y formar parte de la Junta de Reconstrucción Nacional como expresión amplia de la fuerza de resistencia contra el régimen despótico y como instancia de dirección y coordinación frente a cualquier escenario que se abra en el país para desplazar del poder la cúpula corrupta que lo ejerce. Se trata de pugnar por un nuevo rumbo democrático y progresista donde realmente la clase trabajadora, como fuerza que produce, asuma un papel determinante en la persona de su valiente liderazgo insurgente.

¡Los derechos sociales se conquistan
con el cambio político!
¡No al paquete hambreador y represivo de Maduro!
¡2015: Un Cambio por la Reconstrucción Nacional!

Victor Partidas
Unión de Trabajadores Revolucionarios (UTR)


Bandera Roja

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