Jesús Noel Hermoso Fernández / @Jesus_Hermoso
ÚN.- Lo apuntó y dijo: "Alto ahí, o te mato". El "Niño Jesús" le había regalado dos pistolas de juguete y un cinturón de vaquero con los que Noel Rodríguez nduvo amenazante por una cuadra en El Tigre, Anzoátegui, a sus nueve años.
La "víctima" de esa amenaza infantil fue Omar Gutiérrez (Rosendo), apenas menor que él, quien vivía cerca y era uno de quienes decían: "Ese chamo es muy serio". Rosendo dejó escapar una carcajada enorme y se fue caminando. No volvió a verlo en años.
Dieciocho años después, Rodríguez asumió la dirección del partido Bandera Roja en el Distrito Capital, que comprendía Caracas, Miranda y Vargas, luego de que su amigo y jefe inmediato, Jesús Márquez Finol (El Motilón), fuese asesinado con más de 30 disparos por agentes de la DIM y la Disipen el gobierno de Rafael Caldera en marzo de 1973.
Rosendo conocía desde su infancia a Eder, hermano del entonces coordinador nacional de Bandera Roja, Gabriel Puerta Aponte. A través de él se metió en el partido, en la UCV, cuando estudiaba Ingeniería.
Se incorporó inmediatamente a la célula estudiantil y vio a Noel nuevamente, pero no lo reconoció sino tiempo después. Esta vez las armas eran de verdad. En una reunión le preguntó: ¿tú no te acuerdas de mí, chico? Noel lo miró, parco, y dijo: No.
Aun cuando ninguno ha sido mencionado en las investigaciones hechas por la Fiscalía General de la República, bajo la jefatura de Noel estaban Carlos Hermoso, Rosendo y Ricardo Ochoa, quienes dirigían la célula de Bandera Roja para el trabajo estudiantil, en la que participaba Hisvet Fernández, de la escuela de Psicología de la UCV.
Entre ellos se estableció una confianza y amistad que aún perdura, recuerda Fernández. "La frescura de 'Beltrán' (seudónimo de Noel en este organismo) era un contraste con la seriedad y severidad de su rostro".
La moda roja
Ingresar a Bandera Roja requería todo menos frivolidad. "Una vez izamos una bandera roja gigante en el mástil de la UCV, detrás de Economía. La gente hacía cola para incorporarse a Bandera Roja. Solo yo tenía una lista con más de 100 a los que Noel nos ponía a investigar uno por uno, evitando siempre la infiltración. Era procedimiento en el partido, decantar y seleccionar a los mejores, pero éramos una moda", recuerda Rosendo.
Rodríguez influía de manera tan determinante en Caracas que los dirigentes de otras organizaciones de izquierda tenían en él una referencia. "Nuestro crecimiento generó celo", recuerda Rosendo. Era un liderazgo de muchísimo talento, cultura e integridad. La izquierda era hegemónica entre los jóvenes.
Regularmente cargaba un libro forrado bajo el brazo en el que escondía literatura marxista y, eventualmente, camuflaba una pistola. Siempre leía, estudiaba y discutía.
A Fernández una vez le dijo: "nosotros algún día vamos a hacer la revolución, catirita. Eso es un proceso largo en el que no basta conquistar el poder, sino saberlo construir y sostener. Por eso es que se necesita tanta gente de talento, preparada, formada en el marxismo, inteligente y culta".
Desde hace más de un año realizamos una investigación de grado para la escuela de Comunicación Social sobre la desaparición y muerte de Noel Rodríguez, de donde se desprenden algunos testimonios para este reportaje.
Nuevo jefe
Puerta Aponte le otorgó la dirección del distrito a Rodríguez por su capacidad como organizador y dirigente. Esto lo convirtió en un peligro de primer grado para los servicios de inteligencia gubernamentales de la época.
Asumió la responsabilidad en el momento en que la organización era la "más grande y mejor estructurada" de las que combatía al Gobierno -según declaración de Remberto Uzcátegui, entonces director de la recién creada Dirección de los Servicios de Inteligencia y Protección (Disip), y que fue publicada el 30 de Julio de 1973 en El Universal.
Rodríguez se enteró por la prensa que habían capturado a Puerta Aponte producto de una delación de Manuel Tirado Tirado, quien para ese entonces fungía como responsable militar de Bandera Roja en Caracas.
Zenaida de Rodríguez, madre de Noel, ha repetido a través de todo el Sistema Nacional de Medios Públicos que Puerta Aponte citó a su hijo en la esquina de La Pelota, en Caracas, para entregarlo.
Sin embargo, el 6 de junio de 1973 (23 días antes de la desaparición de Noel) cayó preso Gabriel Puerta, como reseñaron las primeras planas de los principales periódicos de la época. Estuvo con una granada apretada contra su pecho hasta que tras una golpiza en la sede de la Disip, se la quitan. Quedó aislado en un "tigrito" (celda de castigo) más de un mes. Posteriormente fue preso político durante tres períodos por casi 10 años.
Rodríguez sabía lo cerca que estaban la DIM y Disip pero ninguno de los miembros del partido sabían dónde vivía; solo él conocía la estructura de contactos en su distrito.
La concha
Una semana antes de desaparecer, Fernández le entregó a Noel Rodríguez las llaves de lo que debía ser su escondite: la casa de Santos Fernández, tío de Hisvet y maestre de primera de la Marina, quien era colaborador del partido y vivía en Caraballeda, estado Vargas.
Sin embargo, luego de una semana, Rodríguez seguía en la residencia regentada por Humberto Sánchez Torrealba, exagente de la Dirección General de Policía (Digepol). Él había servido de doble agente y había pasado información sobre algunos torturadores al periodista y dirigente José Vicente Rangel, por lo que se le había realizado un juicio y su consecuente expulsión del cuerpo policial.
Antonio
Durante la investigación se conoció que sus compañeros de cuarto nunca supieron el nombre real de "Antonio" (seudónimo de Rodríguez en la residencia de La Concordia).
Anselmo (nombre ficticio de un compañero de residencia de Noel Rodríguez), señala que Sánchez siempre alardeaba de ser exagente de la Digepol. También se ufanaba de un supuesto manejo del marxismo y había logrado ganarse la confianza de Noel para comprar armas largas y municiones.
Carlos Hermoso, subsecretario General de Bandera Roja actualmente, explica que ciertamente Rodríguez había informado a la dirección del partido, meses antes, sobre una negociación con unas armas largas que realizaría con un agente de la DIM, pero no que fuese con un ex Digepol.
Anselmo también coincide en que efectivamente el joven dirigente había guardado y sacado varias armas largas de la residencia, pero cuando cae detenido Puerta, así como otros cuadros, deciden sacarlas todas. Explica que en varias oportunidades ayudó a "Antonio" a esconder armas y propaganda en su habitación.
La captura
Rodríguez se había pintado el pelo de amarillo rojizo y alisado los crespos. Sánchez lo convenció de la operación y lo acompañó hasta su captura, que según el informe de la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, se realizó en los alrededores de VTV, en Los Ruices.
El 29 de junio de 1973 desaparece Noel Rodríguez. Al no entrar en contacto con sus compañeros, como lo tenían previsto, se supo que lo habían capturado.
Desde entonces comenzó una feroz campaña, liderada por sus compañeros y los presos políticos de todas las organizaciones, el movimiento estudiantil, sus padres y las diversas organizaciones revolucionarias y de Derechos Humanos, que preguntaron hasta hoy ¿Dónde está Noel Rodríguez?
El testigo
La reciente versión de la madre respecto a que Puerta lo citó en la esquina de la Pelota, entra en contradicción con la de un testigo promovido por Fiscalía y que ofreció declaraciones al diario Ciudad Caracas (20/01/13). Protegido bajo el seudónimo de José Miguel, aseguró haber sido capturado con Rodríguez y Sánchez.
Contó que fue conminado por Humberto para llevarle una supuesta ametralladora a Rodríguez e hicieron una ruta en carro que los llevó por la Cota Mil hasta Los Ruices, cerca del canal VTV. "El auto se detuvo, yo me pasé para la parte de atrás y Noel subió al puesto de copiloto", recordó. Explica que buscaban a alguien que nunca llegó cuando fueron interceptados y apresados. Según el testigo, a Rodríguez le sacaron un arma de la parte de atrás del pantalón, gran cantidad de municiones y otra arma oculta en un libro. Contó que los montaron en vehículos separados y que luego los golpearon. A Rodríguez más fuerte y a Humberto mucho menos.
En su testimonio, José Miguel relató que a él se lo llevó la DIM al Cuartel San Carlos, pero supo a dónde llevaron a Rodríguez.
Otra duda la advierte Puerta quien asegura que los Bandera Roja no eran "tan torpes" como para cargar dos armas que podían ponerlos en riesgo.
Noel Rodríguez, con apenas 27 años de edad y según la información de su partido, muere un 6 de agosto de 1973 en el Teatro de Operaciones de Cocollar, Suc. Pastor Espín, otro militante preso en el lugar, fue informado por un efectivo militar, el 27 de julio, sobre la inenarrable condición en la que había llegado Rodríguez.
Crímenes
Para Carlos Hermoso todo indica un modus operandi practicado por las Fuerzas Armadas y los servicios de inteligencia de entonces.
"La sustitución de cadáveres para desaparecer a revolucionarios hubo de suponer al menos la misma cantidad de muertes para la suplantación. Si la Fiscalía tiene más de 100 casos, han de ser más de 100 cuerpos adicionales también desaparecidos. Toda una acción criminal que involucró a elementos de las FA que incluso pudieran estar activos. El Gobierno actual hace una acusación al puntofijismo como algo genérico y vacío, sin responsabilidad concreta", sentenció.
El Ministerio Público tiene en sus manos una investigación que debería arrojar responsabilidades concretas y revelar qué y cómo ocurrieron las desapariciones. Nadie quiere que un hecho como este vuelva a repetirse.
Publicado en www.ultimasnoticias.com.ve
CABOS SUELTOS
■ Manuel Tirado Tirado delató a Puerta (y a otros) y pasó a formar parte de la Disip. Llegó a comisario y actualmente es funcionario jubilado. Está libre.
■ Todos los compañeros de Noel Rodríguez, tanto de la Célula de Bandera Roja como de residencia, aún viven. Ninguno han sido citado por Fiscalía.
■Humberto Sánchez Torrealba, exagente de la Digepol y quien es señalado de entregar a Noel Rodríguez, nunca más fue visto por los compañeros de residencia después del 29 de junio de 1973. Esto contradice parte de la versión que ofreció un testigo a la Fiscalía, quien dice que lo vio días después en la Plaza Miranda. No se sabe si aún vive.
■ Felipe DíazMarín, testigo de la Fiscalía en el caso de Noel Rodríguez, fue enjuiciado en 1974 por haber dirigidotorturas y asesinatos como agente de la DIM. Jorge Rodríguez (padre) denunció este caso. Asegura haber sido encargado de esconder el cuerpo en el Cementerio General del Sur bajo la orden del coronel José Antonio Omaña Hernández, quien niega la versión.
■ La Fiscalía realizó la presentación del caso sin haber realizado las pruebas de ADN.