El 11 de Abril de 2002, la traición al pueblo

miércoles, 23 de diciembre de 2015

Quién inclinó la balanza el 6D: ¿MUD, independientes, abstención o nulos?

Han pasado ya dos semanas de las elecciones parlamentarias venezolanas del 6D; como también, tras saber los resultados electorales, ha habido múltiples interpretaciones de ellos, de la política polarizada que vive nuestro país, del qué hará y qué debe hacer la nueva Asamblea Nacional y el futuro del Chavismo en franco declive. Por ello, un análisis más detallado de los resultados del 6D puede permitir otra óptica.

Es imposible negar el carácter plebiscitario de estas elecciones; son casi 3 años desde que Maduro tomó la Presidencia en aquellas elecciones del 14 de abril de 2013, y tras la crisis de estos años, el 6D era el escenario electoral perfecto para mostrar aceptación o rechazo al actual régimen que vivimos. 

En tal sentido, vale comparar los resultados presidenciales 2013 vs parlamentarias 2015 (usando para comparar el voto lista, digamos que es el menos proclive a cambio por parte del elector), teniendo lo siguiente:

Totales Nacionales

Comparativas 2013 vs 2015
2013
Capriles MUD
Maduro GPP
Abstención
Participación
Electores
Esperados
Electores
7.363.980
7.587.579
3.844.734
15.059.630
18.904.364
% de Intención
de Voto
48,90 *
50,38 *
20,34
79,66
* Intención del voto medida en base a los electores participantes. GPP, Gran Polo Patriótico. MUD, Mesa de la Unidad Democrática.


2015
MUD
GPP
Otros
Nulos
Abstención
Participación
Elect
Esperados
Electores
7.732.989
5.615.921
394.217
687.947
5.064.835
14.431.074
19.495.909
% de Intención
de Voto
53,59 %
38,92 %
2,73 %
4,77 %
25,98%
74,02%
* Intención del voto medida en base a los electores participantes.

Es evidente que el chavismo tuvo un declive en la intención del voto de -11,46% del 2013 al 2015, siendo realmente un dato vergonzoso dentro de sus filas, al punto que se precipitaron a escribir más de uno en el portal web Aporrea, en contra de Maduro y sus partidarios.

Pero algunas afirmaciones oficialistas de “autocrítica”, son sin ver los números al detalle. Por ejemplo: “…el chavismo salió a votar, y voto por la MUD”, afirmación no analizada del todo ya que de la intención del voto (llámese entonces, los que fueron a votar), el declive oficialista es de -11,46% respecto a las presidenciales 2013, mientas que la MUD aumentó a penas un 4,69% (un aumento de 369 mil electores) de la intención del voto. Entonces, ¿A dónde votó el restante de chavistas que no quiso votar por el GPP (11,46% - 4,69% = 6,77%)? Pues en opciones como el voto nulo (4,77%) e independientes (2,73% de “Otros”), aun cuando estas no llegarían a estar cerca de la victoria; siendo así que una amplia disidencia chavista prefirió “perder” el voto antes que dárselo a la MUD. 

La abstención, el voto nulo y los independientes

En anteriores procesos electorales, se decía que la abstención era un elemento a tener en cuenta, ya que los llamados “Ni-Ni” eran en su mayoría ciudadanos proclives a votar por la oposición. Sin embargo, este proceso electoral marcó la diferencia, ya que un sector del chavismo prefirió abstenerse, en tanto que no hubo motivo suficiente para, en esta oportunidad, participar. Siendo una abstención nacional del 25,98% (5,64% más que en 2013).

Pero si comparamos los estados de mayor abstención, respecto a los 16 estados que le dieron la victoria a Maduro en 2013 tenemos:


2013
Estado
MUD %
GPP %
Estado No. Chavista
EDO. PORTUGUESA
34,09
65,14
1
EDO. APURE
37,87
61,39
2
EDO. DELTA AMAC
37,92
61,26
3
EDO. COJEDES
38,40
60,77
4
EDO. TRUJILLO
39,82
59,54
5
EDO. GUARICO
40,33
58,95
6
EDO. SUCRE
42,22
57,27
7
EDO. VARGAS
42,23
56,73
8
EDO. YARACUY
42,96
56,16
9
EDO. MONAGAS
44,17
55,26
10
EDO. ARAGUA
45,39
53,81
11
EDO. FALCON
46,54
52,78
12
EDO. AMAZONAS
47,06
52,07
13
EDO. BARINAS
47,48
51,97
14
DTTO. CAPITAL
47,92
51,03
15
EDO. CARABOBO
49,04
50,31
16

2015
MUD %
GPP %
Otros %
Nulos %
Abstención %
Estado No. Abst
Estado
No. Nulo
41,29
50,50
2,17
6,03
24,79
17
5
42,35
50,11
2,08
5,45
32,81
3
11
34,53
55,86
5,00
4,61
32,94
2
16
43,35
49,06
1,02
6,56
24,41
19
3
47,57
44,45
4,10
3,88
27,57
7
22
47,40
45,54
1,24
5,82
28,81
6
8
46,96
45,62
3,15
4,27
33,43
1
19
48,60
41,64
2,88
6,88
25,35
13
1
44,91
47,37
1,11
6,60
22,20
23
2
49,48
43,73
2,76
4,03
25,91
10
21
50,93
40,76
2,50
5,82
23,52
21
9
51,16
39,75
3,54
5,54
25,58
11
10
46,97
43,69
3,48
5,87
31,42
4
7
52,28
39,96
1,61
6,16
24,84
16
4
54,28
37,74
2,82
5,16
25,46
12
12
55,63
37,90
1,43
5,04
25,15
14
13

Porcentajes (%) medidos en base a los electores participantes para la MUD, GPP, Otros y Nulos. Abstención % de acuerdo a los inscritos en el REP.

Antes que todo, es observable la pérdida de parte del oficialismo de 11 estados de los 16 que conservaba tras su última medición nacional, sombreados en la tabla de azul para los números de la MUD.

Lo segundo, es que existe una relación muy cercana entre los estados donde la MUD se alza con la victoria, la abstención, votos nulos y voto por otros. 

Abstención: Dentro de los primeros 10 estados de mayor abstención están 7 de los cuales le dieron la victoria a Maduro en 2013 (sombreados en rojo para No. Abst), y está el ejemplo del estado Sucre, siendo el 1er estado con mayor abstención porcentual y donde existe una victoria de parte de la MUD de mínima diferencia, siguiendo en 2do Delta Amacuro, 3er Apure, 4to Amazonas, 6to Guárico, 7mo Trujillo y 10mo Monagas (ver tabla anterior). 

Lo que permite ver que la tendencia de un porcentaje del chavismo disidente, en esta oportunidad, fue quedarse en casa y dejar que los que ejercieran el voto, decidieran el proceso electoral. 

Nulos: Los votos nulos por su parte, lejos de ser un hecho accidental del elector (como algunos los quieren ver), demuestran la intencionalidad de “perder” el voto de manera consciente de parte del elector. Estando 9 de los primeros 10 estados con mayor votación nula, en aquellos donde Maduro se alzó con la victoria en 2013; siendo por ejemplo Vargas, Yaracuy y Cojedes los 3 estados de mayor votación nula, expresión electoral a tomar en cuenta, existiendo alta probabilidad de que el chavismo descontento pero no convencido por parte de la MUD en su mayoría, haya preferido votar al “vacío”. 

Es poco probable que tras tantos procesos electorales automatizados y con una población joven mayoritariamente, asignar el hecho de la votación nula a un hecho de error en el momento de usar la máquina de votación. 

Otros: También llama la atención los votos Otros, u opositores independientes en su mayoría no afiliados a la tarjeta de la MUD (por múltiples razones). Destacan en estos casos los estados Delta Amacuro y Trujillo, que obtuvieron votaciones porcentuales en otras opciones no polarizadas de 5% y 4,1% respectivamente; además de ubicarse en estos 16 estados (donde Maduro 2013 se alzó con la victoria), 8 estados con promedios de votación en independientes (Otros) por encima de la media nacional de 2,73% (ver en tabla los sombreados de verde).

Entonces, ¿quién votó nulo o por los independientes en esta oportunidad? Queda claro a nivel nacional que con un aumento tan bajo de la MUD (369 mil electores), y con un escenario electoral tan polarizado, en un país destruido por la política oficial, la tendencia indica que fueron chavistas disidentes, en su mayoría, los que prefirieron votar nulo o por independientes. No estamos diciendo así, que sean todos los casos, pero sin duda una gran mayoría de la generalidad disidente que ejerció el voto se refugió en estas dos opciones. 

Quizás el chavismo hizo muy bien el trabajo polarizador, aquella frase del difunto Chávez: “O se está conmigo o se está contra mí”, hizo su efecto nocivo para sí mismos (para la élite chavista). Esta vez en la mayoría de los exchavistas, que empiezan a sentir en sus propios bolsillos y estómagos la crisis económica nacional, aún “leales” pero dudosos o incluso viendo en ambos bandos características semejantes, prefirieron en esta oportunidad desviar su voluntad de voto a independientes, algunos con mayor claridad para la salida política, pero con la menor oportunidad producto de la polarización, o inclinarse al vacío y votar nulo. No de gratis entre ambas opciones suman a nivel nacional 1.082.164 votos de la suma de 394.217 independientes y 687.947 nulos.

El mito de los emigrantes venezolanos

Mucho se ha dicho del tema de los emigrantes venezolanos que no pudieron votar en estas elecciones, que según algunas cifras por internet llegan a 1,8 millones de personas que son en su gran mayoría, proclives a votar contra el régimen de Nicolás Maduro. 

A decir verdad, si revisamos la cantidad de electores participantes en 2013 al 2015, apenas dejan de participar un 5,64% de los inscritos en el REP y en términos totales de un evento a otro, dejaron de votar 628.556 electores. De tal manera que el 1,8 millón de emigrantes no es lo que faltó por votar de un evento al otro. 

Es cierto, sin duda, que existe una gran cantidad de jóvenes huyendo de Venezuela, pero 1,8 millones no se han movilizado en su totalidad en 3 años. A decir verdad, el movimiento migratorio tuvo un inicio más intenso desde las elecciones presidenciales del 2006, donde Chávez derrota electoralmente a Manuel Rosales. 

¿Por qué voto castigo? 

Durante la campaña a la AN la MUD vendió una imagen de “Cambio”, pero tras los resultados del 6D, se afianzó a nivel discursivo la afirmación del “voto castigo”. 

La verdad, hablar de voto castigo es sin duda darle una connotación negativa a un proceso electoral. Castigar por parte del elector implica en sí mismo una venganza electoral; por su peso negativo no es un voto de esperanza, o de cambio. 

Lo correcto hubiese sido hablar de un voto de esperanza por la reconstrucción nacional de Venezuela, pero las declaraciones de muchos dejan ver el carácter negativo que se le quizo dar a uno de los procesos electorales más importantes de las dos últimas décadas (después de la reforma del 2007) en la democracia electoral venezolana, que es lo que han convertido en nuestro país a la democracia. 

La mejor oportunidad para el revocatorio es ahora 

Un repliegue electoral para el chavismo de tal magnitud (1.971.658 electores), implica que su base popular de respaldo la está perdiendo con muchísima rapidez en una crisis general sin precedentes y donde no existe hoy excusa para tener un país en condiciones tan deplorables. 

Si a términos militares nos apegamos (muy propio de la élite chavista-militarista), es precisamente en los tiempos de repliegue y de reorganización de las fuerzas enemigas donde son más vulnerables de perder batallas o la misma guerra. Es precisamente este el momento cuando la oposición, si de verdad busca cambiar los establecido, debe darle salida lo más pronto posible a estas dificultades que vive nuestro pueblo venezolano con la salida del gobierno y el desmontaje del régimen actual. 

No se debería, por lógica, esperar que el chavismo se reorganice para seguir en un proyecto político que a todas luces ha destruido nuestra economía y causado la peor crisis en nuestra historia como nación. Permitir a la élite chavista reorganizarse, es alargar un sufrimiento con demasiados costos para el pueblo trabajador. 

Además, no hay que olvidar que una de las características de este régimen ha sido precisamente ver la política en laboratorios políticos, que están operando desde el mismísimo 1998. Ellos, los que están asesorando esta dictadura postmoderna, buscarán las múltiples formas de recuperar ese electorado disidente que no votó por la MUD (independientes, nulos y abstencionistas), y para ello sus laboratorios políticos han mostrado eficiencia durante casi dos décadas. 

Por tal, en su momento de mayor debilidad es cuando debemos ponerle fin al chavismo y sus métodos perversos de hacer política, y eso pasa por entender que se busca no usar sus mismos métodos y formas en el ejercicio del poder. 

Conclusiones 

1. La MUD tuvo un crecimiento pequeño en casi 3 años desde la última elección con carácter plebiscitario. 

2. El chavismo enfrenta ahora un gran movimiento electoral de disidentes que en su mayoría están empujando por opciones distintas, que al no encontrar alternativas de cambio real, se abstienen o votan nulo. 

3. No es la votación de la que define este proceso electoral ni los votos "faltantes" de la emigración. Más bien la abstención, inclinada hoy contra sectores oficialistas. 

4. De no hacerse un revocatorio pronto, la élite chavista buscará de cualquier forma reorganizarse y nuclear nuevamente a sus bases electorales. 

Luis Eduardo Albarrán 
@luisealbarran 
Mérida, Venezuela