sábado, 21 de enero de 2012

La esperanza es el cambio popular

Gabriel Puerta, Secretario General de Bandera Roja

2012 se nos presenta como un año de disyuntiva entre el continuismo y el cambio. El descontento acumulado y la frustración por las promesas incumplidas, por los reiterados engaños y por las oportunidades desaprovechadas generan desaliento, pero también y con más fuerza crean una decidida voluntad de cambio. La gente está obstinada de manipulación y de mentira. Quiere un cambio de verdad. No se conforma con cambios de rostros o con maquillajes cosméticos. Por eso prende con tanta facilidad la perversa idea de que todos los políticos somos una partida de estafadores. Por ello, cada vez más personas se suman a las filas de los opositores en búsqueda de una salida que sea una superación de esta autocracia ineficaz y corrupta. Lo que se viene incubando es una bomba de tiempo que puede estallar en cualquier momento, abriendo paso a confrontaciones violentas. Conscientemente escogimos la ruta electoral como la mejor vía para producir la transición hacia una democracia de profundo contenido social y de amplios espacios para la participación, el debate y los consensos.
Bandera Roja celebró su 42 aniversario llenando la Plaza Brión
sin reseña en los medios

No ignoramos las fortalezas del adversario. Entre ellas destaca su falta de escrúpulos en el uso de todos los recursos del Estado para perpetuarse en el poder. Recursos que resultan abundantes por los altos precios del petróleo y el endeudamiento irresponsable a que es sometido el país y que termina hipotecando el futuro de nuestra juventud. No restamos valor a la manipulación con las ofertas renovadas, renombradas o elevadas, ni al engañoso palabrerío seudorrevolucionario diseñado para engañar y confundir; ni despreciamos el efecto de la compra de conciencias, el chantaje discriminatorio y la siembra de miedo y resignación. Tampoco obviamos las contradicciones presentes entre quienes nos oponemos a este régimen despótico, ni las debilidades y vacilaciones de importantes factores de este campo y sobre todo el no haber podido formular una oferta que haga renacer una nueva esperanza en nuestro pueblo. Hemos avanzado significativamente en la construcción de la fuerza unitaria pero el corto alcance de la mirada ha estado impidiendo que se comprenda que el cambio popular es la oferta que puede generar esa esperanza.
Cambio popular es sustituir radicalmente esta democracia de élites, de cúpulas construidas al amparo de la renta petrolera y de la corrupción, por una democracia de verdadera y amplia participación popular, que no se limita al voto sino que va a la decisión de los asuntos fundamentales del país y a convertir a esta amplia mayoría nacional en principal beneficiaria, en sector favorecido. Significa fortalecer los órganos del poder popular hoy mediatizados y convertidos en apéndices de la Presidencia de la República e impregnados de un sectarismo contra el propio pueblo. Cambio popular es rescatar su autonomía y afianzar su capacidad de cumplir su rol como organizaciones de base de la sociedad.
Cambio popular es superar el rentismo para convertirnos en una sociedad de productores. Diversificar la economía para romper con la dependencia del petróleo y con esa división internacional del trabajo que nos condiciona a la monoproducción petrolera y a ser importadores de bienes finales. Es impulsar con toda

Emilio Graterón, Alcalde de Chacao, acompañó a Bandera Roja
en su 42 aniversario, expresando combativas y sinceras palabras
fuerza una revolución industrial que siembre de fábricas nuestro país, que agregue ciencia y tecnología a los procesos de producción para ganar capacidad competitiva en los mercados internacionales. Cambio popular es producir en gran medida lo que consumimos, satisfacer la parte sustancial de la demanda nacional. Es generar empleos de calidad para que la mayor parte de la fuerza de trabajo esté dedicada a tareas productivas y todos los trabajadores estén amparados por una amplia cobertura y seguridad social.


Cambio popular es transformar pueblos y ciudades mediante un decidido plan de urbanización, de modernización de vialidad, servicios e infraestructura. Significa ampliar la planta física para la atención de la salud y la impartición de una educación que sirva de base para el desarrollo del país, para la sana convivencia y para la elevación moral, ética, cultural y científica de nuestra juventud.

Este 42 aniversario encuentra a Bandera Roja en medio de la campaña para escoger, en primarias, los candidatos a la presidencia, gobernaciones y alcaldías. Estamos apostando a la victoria de quienes creemos tienen mejores condiciones para triunfar frente a los candidatos que presentará este régimen autocrático y, a la par, ratificamos nuestro compromiso de respaldar a los electos. Convencidos de que estas primarias marcarán las posibilidades de ganar o ser derrotados en las elecciones presidenciales, de que es necesario escoger a quien más genuinamente se perciba en capacidad de generar esa esperanza en un cambio popular. Uno que se afiance en un claro y profundo compromiso patriótico y además se inscriba en esa oleada que comienza a levantarse por todas partes reclamando un mundo mejor. Una Venezuela de grandeza en un mundo que busca transformaciones al progreso.

Para Bandera Roja hablar con la verdad no es tan sólo un valor ético sino una práctica política que hemos asumido a todo riesgo y que hoy se hace imprescindible para que partidos y dirigentes políticos puedan rescatar plenamente la credibilidad y la confianza. Decir la verdad y defender los intereses de los trabajadores, de nuestro pueblo y de nuestro país es el gran compromiso que siempre nos ha guiado y que hoy reivindicamos como elemento distintivo de la autenticidad revolucionaria. En esa práctica andaremos, construyendo la alternativa que ―expresada en una fuerza social progresista, en una conjunción de fuerzas democráticas y en un programa por una democracia de nuevo tipo― nos conduzca al progreso, el bienestar, la libertad y la paz… que sólo podremos lograr con un verdadero cambio popular.

jueves, 19 de enero de 2012

Bandera Roja: 42 años abriendo caminos a la Democracia Popular. Por Pedro Arturo Moreno



El 20 de enero de 1970 nace Bandera Roja, luego de una división en las filas del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) que a su vez había sido un desprendimiento de AD diez años antes. Culminaba la agitada y afiebrada década de los 60, en la cual sectores de izquierda, como el MIR y el PCV, y otras fuerzas políticas insurgen con la lucha armada contra el viraje sectario, represivo y pro estadounidense que tomaba la naciente etapa democrática surgida luego del derrocamiento de la dictadura de Pérez Jiménez.

Nace pregonando la necesidad de construir una fuerza político-social que le diera piso a la democracia popular como tránsito hacia el socialismo. Basa su programa en la necesidad de cubrir en el mismo esfuerzo histórico tareas nacional liberadoras, democrático burguesas y otras que fueran sentando las bases para nuevas relaciones sociales de producción que satisficieran las necesidades materiales y espirituales de los venezolanos dentro de un desarrollo económico acelerado que tendiera a convertir la renta petrolera en estructura productiva para romper las ataduras de dependencia que remachaban al país como exportador de materias poco elaboradas e importador de bienes finales.

En 1976 empiezan a decantarse nuestras filas de tendencias foquistas y ultristas, pues se consideraba que las acciones militares de la vanguardia no podían sustituir las luchas económicas, políticas y reivindicativas propias de los obreros, campesinos, estudiantes, vecinos y ciudadanos en general. La década de los 80 nos encuentra insertos en las luchas de masas, pero un intensa acción represiva nos causa significativas bajas en dirigentes, cuadros y militantes, tanto por la propia confrontación violenta como en la tortura y en la cárcel.
En sus análisis de 1987 ya Bandera Roja advertía el colapso de la renta petrolera como dinamo de la economía venezolana y avizoraba la posibilidad de derrumbe de la estabilidad política alcanzada por los gobiernos bipartidistas por la continuada destrucción de los avances sociales que se habían logrado en empleo, salud y educación, principalmente, cuestión que se evidenciaría con la revuelta popular de 1989 conocida como el “Caracazo”. Desde 1988 comenzamos a tener participación en los procesos electorales con una organización política legalmente inscrita (Movimiento por la Democracia Popular-MDP), aunque Bandera Roja seguía siendo clandestina.

Posterior a esto, nuestro partido levanta la consigna de un Gobierno de Salvación Nacional para enfrentar la crisis y ser alternativa a la intransigencia de los partidos en el poder que ni siquiera eran capaces ni tenían disposición de introducir cambios sustanciales en el régimen de democracia representativa que ya lucía desgastada y no convocaba a las mayorías nacionales. Esta postura motiva el acercamiento con sectores civiles y de las fuerzas armadas que estaban preocupados y andaban en preparativos de un levantamiento militar. Bandera Roja participa en ambas intentonas cívico-militares de 1992, aportando en todos los sentidos a que estas acciones pudieran enrumbar el país hacia cambios que nos acercaran a nuestros planteamientos programáticos de desarrollo económico con justicia social, de independencia, de libertad y de una democracia que no se limitase al mero hecho del voto.

Durante el segundo gobierno de Rafael Caldera (1994) optamos por abandonar cualquier forma de acción armada, legalizamos nuestro partido y lanzamos todos los esfuerzos en la vinculación con las luchas de masas, en el crecimiento de nuestras filas y en la promoción de alternativas unitarias para conjugar fuerzas de los sectores progresistas, democráticos y revolucionarios. En las elecciones de 1998 obtenemos, con una votación propia, una curul en el Congreso Nacional en la persona de nuestro secretario general Gabriel Puerta. Frente a la incertidumbre de lo que en verdad representaba la propuesta del candidato Hugo Chávez, decidimos no apoyar a nadie a la Presidencia y dar libertad a nuestros militantes.

En 1999, en el debate en torno a la Asamblea Constituyente, participamos activamente en todo el movimiento asambleario y lanzamos nuestra propuesta de cuál Constitución debería relevar a la de 1961. Considerábamos que muchas de las cuestiones que se introdujeron eran avances, principalmente lo relativo a derechos sociales y derechos humanos; sin embargo advertíamos de los peligros del excesivo centralismo y de muchos retrocesos en lo económico, incluso comparándola con la de 1961. Con la firme convicción de que la Constitución de 1961 debía ser cambiada, pero a la vez oponiéndonos a la que se proponía sancionar en 1999, decidimos abstenernos dejando claros cuáles eran nuestros motivos.

La historia reciente de los últimos 13 años es más conocida y en ella nos hemos ganado un lugar en la lucha contra este régimen despótico, oprobioso, estafador y autocrático. Hemos contribuido con todas nuestras posibilidades a desenmascarar la farsa de este “proceso” que nada tiene de revolucionario.

Bandera Roja ha hecho de la verdad no tan sólo un valor ético sino una cultura política que hemos asumido a todo riesgo y que hoy es imprescindible para que la Política (en mayúscula) no siga siendo asociada a la trampa, el manejo turbio y la mentira. Defender los intereses de los trabajadores, de nuestro pueblo y de nuestro país es el gran compromiso que siempre nos ha guiado y que hoy reivindicamos como característica de la autenticidad revolucionaria.

¡LA ESPERANZA ES EL CAMBIO POPULAR!

domingo, 15 de enero de 2012

MEMORIA Y CUENTA: LA MENTIRA Y LA MANIPULACIÓN COMO POLÍTICA

Hector Paez, Jose Romero, Rene Cedillo e Hisvet Fernandez
Publicamos la declaracion dada a los medios de los camaradas del Comite Politico Regional del Estado Lara en respuesta a la presentacion de la memoria y cuenta por parte del Presidente

Venezuela fue testigo de un acto de demagogia política ejecutado en nueve horas de discurso en la AN. La pretendida presentación de la memoria y cuenta del Presidente no fue tal y se convirtió en un acto de aclamación al presidente.

Chávez tergiversa la ejecución fallida de su gobierno, engañando con cifras irreales, irrespetando la inteligencia de nuestro pueblo, que sufre y padece en la realidad las malas políticas públicas, o la inexistencia de ellas, que atienda los principales problemas de la población como seguridad, vivienda, empleo y su estabilidad. Ese acto aclamacionista en la AN busca legitimar el desastre y la incapacidad para alcanzar la satisfacción de las necesidades de las mayorías y por tanto el ejercicio pleno de sus Derechos Humanos.
En realidad las políticas gubernamentales han beneficiado a la Banca y a la boliburguesía. Las ganancias que obtuvieron los banqueros de enero a septiembre de 2011, alcanzó la cifra de 9.156 millones 486 mil bolívares, evidenciándose un incremento del 84,55% (4.195 millones de bolívares). En contraste, en 2011 los trabajadores solo recibieron un aumento de salario mínimo de 25% (pagado en 2 partes y con retrasos), aumento que se diluyó por la inflación, que en 2011 fue de 27,6%, la mayor de América Latina y una de las mayores del mundo.

El presidente dijo que hay manipulación con el problema de la inseguridad. Es decir, que los 18 mil asesinados en el 2011 es una manipulación. No dijo nada el Presidente de una encuesta del Instituto Nacional de Estadísticas donde el 90% de la población percibe la inseguridad como uno de los problemas más graves del país. Pero en un alarde de cinismo anuncio que creara una nueva misión para atender este flagelo, lo que evidencia que improvisa, que no hay una política clara, sistemática y efectiva contra la inseguridad.
Este gobierno, que dice ser patriótico y revolucionario, en realidad esta postrado ante los intereses extranjeros, cosa que se evidencia en los altos niveles de endeudamiento externo ubicado en 94,6 millardos de dólares, registrando un aumento de 21% respecto al mismo lapso del 2010 cuando las obligaciones fueron 78,5 millardos de dólares. El irresponsable endeudamiento del país, a pesar de que el precio del petróleo se mantiene alto, está comprometiendo el futuro de la nación.

El Presidente hizo mutis ante la no aprobación del estado venezolano del Examen Periódico Universal realizado en 2011. Solo en el caso de los derechos humanos de las mujeres tenemos: 1) La falta del Plan Nacional para enfrentar la Violencia contra las Mujeres por parte del ente rector prometido para este año una vez más, (han pasado 12 años de la creación del INEMUJER siendo este plan una necesidad para abordar sus tareas fundamentales); 2) Estrangulamiento económico de las ONG especializadas; 3) Desaparición de la Sub-Comisión Mujer de la Comisión en donde funcionaba en la Asamblea Nacional; (tema que ahora está sin ubicación precisa) y 4) Recrudecimiento de la violencia combinada con la Impunidad con elevadas cifras de feminicidios
Nada dijo el presidente de la destrucción de las industrias básicas de Guayana, mientras dice ser “obrerista”, el gobierno ha” empobrecido a los trabajadores de las empresas estatales en Guayana y toda Venezuela y haciéndolos retroceder en las conquistas salariales y socio-económicas que con esfuerzo y lucha han obtenido a través de los años
Ya basta de creer en pajaritos preñaos y de pensar que iremos lejos con tantas promesas y demagogia, mientras nuestros salarios no alcanzan ni para la dieta básica, no hay fuentes de empleo seguro y estable, no mejoran los servicios de salud y educación, la delincuencia nos roba y asesina a diario. Tenemos que organizarnos para luchar como un pueblo unido, para superar esta pesadilla que alguna vez se pensó era una esperanza de cambio. No nos merecemos esta estafa que estamos viviendo, que es continuismo del más puro de lo peor que sufrimos en la época del bipartidismo. Para ello debemos combinar la lucha social con la lucha política, para cambiar a este gobierno que no sirve. Y eso lo lograremos reforzando la UNIDAD dentro de la diversidad por un verdadero cambio popular
LA ESPERANZA ES EL CAMBIO POPULAR.
COMITÉ POLITICO REGIONAL DE BANDERA ROJA

EL GOBIERNO PAGA A LOS MAESTROS COMO A PROFESIONALES DE SEGUNDA



A propósito de la celebración del Día del Maestro, este 15 de enero, el Profesor Luis Pino, señaló que los gobiernos, tanto el nacional, como el regional, tratan a los maestros como profesionales de segunda, por lo que se hace hipócrita, el mencionarlos y hablar de su importancia, cuando el trato que les dispensan por tan noble labor, es tan ruin.

Dice el profesor Luis Pino, que debemos dar a maestros y profesores el protagonismo que les corresponde en la sociedad y esto no será posible, si no partimos de la primera determinación, que es la económica. Si un maestro o profesor vive en la carencia como sucede actualmente, estará marginado en todo sentido, no tendrá paz material, ni espiritual, no tendrá acceso a libros y no podría seguir formándose, cuando esta profesión requiere el mejoramiento constante del magisterio, con cursos de actualización, postgrados y de mejoramiento del ejercicio de la profesión docente.

Dice el profesor Luis Pino, que de ganar, primero las Primarias de la MUD este 12 de febrero y luego en diciembre próximo, él se propone devolver los beneficios contractuales al magisterio varguense, desde el Bono Hallaquero, hasta útiles e implementos de trabajo. Pero son será solo esto, sino que se propone y de esto no puede quedar la menor duda, ya que él es pedagogo, profesor por esencia, que pagará el ejercicio de la docencia de manera competitiva, para que esta profesión no sea tratada, no considerada en la práctica, como de segunda.

Por otra parte, el Candidato-Profesor, se propone hacer realidad lo siguiente para el Magisterio varguense: Complejo habitacional, Club de descanso y recreación, Sede propia para el Instituto de Mejoramiento Profesional del magisterio de la UPEL, Sede para la UNESR y Bolivariana, ya que sobre estas importantes universidades, descansa la formación de nuevas generaciones de docentes varguenses y la de postgrados. Igualmente, el profesor Pino se propone un Plan, en convenio con Australia, Cuba y Canadá, que ha venido indagando y adelantando conversaciones, gracias a que en estos países, el desarrollo en materia educativa y pedagógica no tienen parangón, lo que pudiera servirnos de estímulo y modelo, para el desarrollo pedagógico y educativo del Estado Vargas.

Finalmente, dice el Profesor Pino que, a partir del triunfo en las Primarias de este 12 de febrero, el magisterio varguense, el que trabaja en instituciones públicas y privadas, puede prepararse para los cambios y transformaciones, que harán de ellos, el magisterio modelo de Venezuela. Pino finaliza, felicitando al magisterio venezolano en su día e invita a seguir los ejemplos de Don Andrés Bello y Simón Rodríguez, con el compromiso de darle al magisterio el protagonismo social que les corresponde, sobre la base de generar el mayor grado de felicidad en cada uno de los maestros y profesores, porque, según Pino, un Maestro o Profesor feliz, se multiplica todos los días, por al menos, 40 niños y jóvenes felices.

Prof. Luis Pino

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